Tal vez pueda decirse premio y castigo para María Irigoyen. La tenista tandilense cumplió una semana con sensaciones encontradas, después de concretar uno de sus mejores desempeños individuales al alcanzar las semifinales del torneo Tevere Remo que con 25 mil dólares en premios se disputó en Roma, Italia, con puntos para el escalafón de la WTA.
Irigoyen, logró así emular el registro de hace un mes en Montpellier, Francia, cuando también se proyectó a la misma instancia, oportunidad en que fue vencida por su compatriota y más experimentada, María Emilia Salerni.
Si bien ha festejado títulos en los Future (cuatro en la presente temporada) progresar en el nivel de Challenger adquiere un mayor significado (el único antecedente era de abril de 2008 en Pelham, Estados Unidos) y se potencia por la ratificación en pocas semanas de diferencia y más aún advirtiendo que quien la venció -la española Eloisa Compostizo- luego resultó campeona.
Además, la actualización del ranking, la mostró cuatro lugares por debajo de siete días antes, llegando al 281º en la clasificación mundial (largó la temporada en el puesto 342º) y aproximándose a la que fuera su mejor posición: 243º a fines de mayo de 2008. Hasta el momento engloba un registro de 40 triunfos en 51 presentaciones durante el año.

…Y CASTIGO
Porque no todas fueron cuestiones que redunden en positivo en torno a Irigoyen y como se dijo en las líneas iniciales podría hablarse de castigo, pues se vio impedida de continuar compitiendo.
Su buena performance en el certamen italiano, donde el sábado jugó el partido de semifinales, la privó de viajar hacia Luxemburgo y así llegar a tiempo para disputar la qualy de un Challenger con 75 mil dólares en premios y para el cual estaba inscripta.
Por lo tanto permanecerá inactiva hasta que desde el lunes próximo esté tomando parte en Bad Saulgau, Alemania, de un nuevo torneo con premios por 25 mil dólares. Completará así su octava semana consecutiva en Europa.