Por Guillermo Fernández
El problema generado con el encuentro entre Atlético Defensores – Santamarina, aún no tuvo resolución y esta situación desencadenó en que la fecha que debía jugarse el próximo sábado quede postergada hasta nuevo aviso.
La historia, que ya pasó a ser novela, no hace más que quitarle el poco interés que el Unión Permanente de Ligas supo ganarse en su etapa clasificatoria. La gente de Ayacucho esgrime sus argumentos, entre los que mencionan que ellos respetaron al pie de la letra lo que dice el reglamento.
Desde Tandil mencionan que existe una acta firmada por los clubes y avalada por el Consejo Federal, donde aquellos equipos que jueguen Argentino A o B, pueden adelantar sus compromisos del orden local 48 horas antes de jugar en la categoría superior.
Al parecer, lo que se resolvió en Tandil jamás fue comunicado a los dirigentes de las otras ligas que conforman el torneo (NdR: Carlos Moro, presidente de la Liga de Ayacucho, dijo no estar enterado de dicha resolución), generando una absoluta desprolijidad donde los principales actores ahora se llaman a silencio, para no agregar más leña al fuego que se encendió el viernes 10 de octubre en Ayacucho, cuando Atlético Defensores se presentó a jugar sabiendo que Santamarina no asistiría.
Esta situación originó también que desde Tandil surjan reclamos por lo que las restantes Ligas han realizado, como por ejemplo: incorporar jugadores que han firmado planilla o hacer caso omiso cuando se decidió en la última fecha del clasificatorio jugar todos a la misma hora porque se definían las clasificaciones.
Sería muy saludable para el torneo, que todos los clubes jueguen con un mismo reglamento, lo que permitiría no caer en estas desprolijidades que por falta de un diálogo claro no hacen más que dejar a dos instituciones enfrentadas.
El sábado no habrá fútbol doméstico, el que se podría llegar a reanudar cuando la novela Ayacucho – Tandil concluya, con el alto costo de sacarle a un campeonato la motivación que genera disputar el tramo final.
Quizás todo lo sucedido durante el presente año, termine desencadenando el corte abrupto de la relación Tandil – Rauch – Ayacucho, lo que significaría que volveríamos a tener un campeonato muy escaso en equipos, en interés y en donde los jugadores serían los mayores perjudicados.