Si bien la Policía logró el mismo viernes último encontrar la camioneta con la que los ladrones llegaron y se fueron de la sede de la firma, donde se cometió el robo express que conmocionó a Rauch, aún no tienen determinado con que vehículo se dieron a la fuga, como tampoco se conoce la dirección de escape, informó el Diario de Rauch.
El fiscal Molinero - entre las hipótesis que se manejan- no descartó que pudiera haber un "entregador" local que facilitó el accionar de los ladrones.

El hecho.
De acuerdo al relato que aportó a Multimedios "La Palabra", Rubén Albelo, uno de los socios de la firma que fue blanco directo de los delincuentes, ya que tenía encima la llave para abrir la caja fuerte, todo sucedió en forma muy rápida, minutos después de las 8 horas, cuando el hombre junto a varios empleados estaban en el interior del inmueble. Si bien no está confirmado, extraoficialmente trascendió que tres hombres armados ingresaron al local y dieron a conocer sus malas intenciones. Dos de ellos se dirigieron a Albelo, y comenzaron a requerirle que les diera el dinero disponible en la caja fuerte, mientras lo tomaban del cuello y le apuntaban con un revolver en la cabeza.
En medio del nerviosismo creciente, la víctima solicitó que no se llevaran los cheques en blanco propiedad de la firma, a lo que accedieron.
Albelo no supo decir si la camioneta ya estaba estacionada frente a la sede cuando el llegó, debido a que ingresa por la otra entrada que tiene las oficinas, sobre calle Larrea. Al momento de producirse el atraco, además de Albelo, se encontraban Oscar Robles -otro de los socios- los empleados administrativos Ignacio De Fabio, Francisco Barragán y la señora que realiza la limpieza, Marta Arnatau.
Los ladrones encerraron a los presentes en un baño, aunque dejaron la puerta sin llave y el propio Albelo, segundos después salió del encierro para solicitar auxilio y llamar a la Policía. Reconoció que sabían que "yo podía tener las llaves de la caja y por eso se dirigieron directamente hacia mi".
Los ladrones actuaron en todo momento a cara descubierta y según el propio Albelo, sus edades rondarían entre los 35 y 40 años, y actuaron con suma tranquilidad, sin excesos de violencia. El botín consistió en una suma de dinero de más 100 mil pesos, cheques a fecha y títulos de propiedad, escrituras y contratos sociales.
De acuerdo a lo que dijo una testigo, que trabaja en un kiosco contiguo, dos personas subieron a una camioneta Meriva, donde un tercer hombre al mando del volante los aguardaba. Por lo tanto quedan dudas en relación a qué camino habría tomado el cuarto asaltante y en qué emprendió la huida desde el lugar de los hechos.
Los tres hombres del vehiculo monovolumen emprendieron una rauda marcha y se perdieron a la vista de la ocasional testigo por la calle 9 de Julio. Una hora más tarde la Chevrolet Meriva fue encontrada abandonada en la calle Bomberos Voluntarios, en el Barrio Solidaridad, a una cuadra de la Avenida Perón. Tenía pedido de captura de la ciudad de Mar del Plata y contaba con chapas patentes que habían sido robadas a otro vehiculo de las misma marca.