El pasado sábado 20 y domingo 21, el evento Caja Blanca atrajo a jóvenes y adolescentes, así como a familias que recorrieron las propuestas  en sala, enmarcadas en las llamadas artes visuales: cerámica, pintura en diversos soportes y estéticas, diseño de indumentaria, ilustraciones, fotografías, body painting, acciones en vivo; fueron una constante donde el público presente disfruto sensaciones, mensajes y pudo visualizar distintas apropiaciones técnicas y conceptos. En Artes Visuales y Urbanas, vimos en acción a ilustradores e ilustradoras, Natalia Fernández, Meri Raily, Mercedes Villaruel, y Ailen Guerra, capaces de recrear espacios y personajes del mundo real y del imaginario. El trabajo conjunto de Axel Ortiz y Facundo Roveta nos remitió a las mismas salas del museo en una suerte de perspectiva que vio con agrado incorporar a los propios visitantes, captados en el momento de su estadía. Así casi, como un registro testimonial quedaron plasmados en la obra. Con variedad de materiales fluían del soporte a pared, de grandes dimensiones.

Por otra parte, en salas contiguas pudimos apreciar las telas fauvistas de Soledad Moisas, la instalación cerámica de Camila Arispe, quien género en vivo una experiencia a partir de la materialidad. También estuvieron presentes las tintas llenas de poética y sutilizas de María Pilar Pagés y con ellas la posibilidad de introducirnos en las bondades de pigmentos y pinceles guiados por la propia artista.

El IPAT acompaño el evento con la participación de obras de alumnos egresados de la institución, así Diana Ithurralde y Joan Donalisio, compartieron respectivamente pinturas de su hacer. Daiana planteo una escena intimista y Joan una surreal evocación de las formas.

La fotografía, de Damian Narinsky Vargas, en una serie donde el juguete como objeto re significado y el paisaje tandilense se amalgaman, nos permitió el disfrute de su última serie.

Desarrollando el arte de dibujar sobre la piel, Natalia Castilla hizo Body Painting Make-Up Artist, en dos versiones diferentes; con un proceso creativo en vivo que permitió a los visitantes compartir el proceso. Una evocación de la primavera y una propuesta de colores saturados para convivir con las obras en sala de Soledad Moisas, deleitaron a los concurrentes.

La diseñadora de indumentaria Melina Nielsen se destacó con producciones de conceptos como la impronta nacional, funcionalidad y vanguardia en una sala donde no faltaron prendas, bocetos, videos e instalaciones que nos remitieron a su hacer la indumentaria como obra de autor.

Las salas fueron el escenario necesario para cruzar ideas y participar activamente de experiencias sensibilizadoras, reflexivas y también lúdicas.

En los jardines del Palacio Municipal se sumaron jóvenes tandilenses con diferentes miradas y paradigmas, desarrolladores de propuestas musicales, arte urbano, slackline, y mapping, 

Walter Vicente, realizador audiovisual, mediante la animación 2D y 3D creo escenarios, estructuras y superficies de proyecciones de gran impacto visual. En esta segunda edición de Caja Blanca, el reciente emplazado homenaje a Rene Lavand cobró entidad mediante la magia del ilusionista y la ficción del mapping. El público presente se sorprendió y emocionó frente a la ilusión de realidad de Rene Lavan y su universo de cartas y colores.

De la mano de Luciano García Vargas, pudimos descubrir el Street Art, que se concretó en un proceso de creación de dos días. En espacio convivía con la práctica artística del Slackline, donde participaron Martín Erbea, Valentina Abigail Piovano, Enzo Cagliolo, Macarena Lauroua, Milagros Schiavon, Rodrigo Blanco, José Luis Colombo, Tomás Martín Génova, Ignacio Amand de Mendieta, Serena Schiavon, Tomás Marcassó, Figueroa Nicole, Martina Alvarez, María Lis Medina, Bruno Bonadeo, Agostina Flores y Juan Dematistella, quien acompañó con acrobacia aérea, en una suerte de poética con cinta en el espacio.

La música y danza también fueron parte de la escena. El sábado Yael Silva deleitó con una performance que recorrió varios escenarios en el interior y exterior del museo.  Lautaro Ríos, con sus últimas búsquedas musicales, en compañía de Paloma Ardisone generaron un clima entusiasta que convoco al público a participar. El Ballet Municipal de Danzas Académicas, con virtuosismo nos introdujo en formas espaciales y melodías.

El domingo se presentó el estudio de danza Xango, a cargo de Guillermina Giménez con una propuesta urbana, la Banda Juvenil Municipal de Tandil quien hizo un recorrido por las composiciones más destacadas de su repertorio., bajo la dirección de Sebastián Calvano. El cantautor Fernando Segovia, José Alcobruni quien fue acompañado por Axel Gómez en bajo y el compositor Manu María, fueron los encargados del cierre del evento en un despliegue de excelencia musical.

Respetando las medidas protocolares, el público pudo involucrarse y ser protagonista de un espectáculo que presentó un cruce entre lenguajes, estilos, poniendo en dialogo más de cien artistas en escena.