Más de 400 académicos británicos pidieron a la primera ministra, Theresa
May, que cancele la visita de Estado del presidente estadounidense, Donald
Trump, y reduzca el apoyo del Reino Unido a Estados Unidos hasta que
revierta sus políticas sobre la inmigración, los refugiados, la tortura, el
cambio climático y la Justicia.
“Queremos expresar nuestra consternación por su decisión de alinear al
gobierno británico con la administración del nuevo Presidente de los
Estados Unidos, Donald Trump”, expresaron los académicos y profesores de
Derecho de las Universidades de Cambridge, Kent, Warwick, Birmingham y una
serie de instituciones en Londres en una carta dirigida a la premier.
Los académicos advirtieron además que la estrategia del gobierno
conservador británico de mantener una relación estrecha con el presidente
de los Estados Unidos causará sufrimiento y terminará mal, dado "su
desprecio" por la ley y por sus políticas discriminatorias.
Y consideraron que en esa búsqueda de realinear el Reino Unido con Estados
Unidos mientras rompe sus lazos con Europa, será un desastre no sólo para
la economía británica y su sistema de salud, sino también para la
reputación del Reino Unido como una sociedad abierta y multicultural capaz
de sostener a individuos y comunidades vulnerables y reconocer su pasado
imperialista.
"La rapidez con que Trump ha puesto en marcha, por decreto presidencial,
una serie de medidas racistas, xenófobas, misóginas y homófobas, junto con
el total desprecio por los compromisos de los Estados Unidos bajo el
derecho internacional, indican que el gobierno británico en su decisión de
renovar su ´relación especial` con Estados Unidos en este momento sólo
puede conducir, en el corto plazo, a aumentar el sufrimiento y la
discriminación", dijeron.
En la carta, los académicos resaltaron las decisiones más preocupantes del
presidente estadounidense, como el bloqueo del ingreso a su país de
inmigrantes y titulares de visas de siete Estados de mayoría musulmana, la
suspensión del programa de admisión de refugiados sirios indefinidamente,
la idea de construir un muro a lo largo de la frontera con México y la
suspensión del financiamiento a cualquier organización de salud global en
ese país.
En ese sentido, afirmaron que aunque muchas de estas acciones fueron
anticipadas durante su campaña, "mucho más sorprendente es su decisión como
primera ministra británica de abstenerse de expresar una clara oposición al
gobierno Trump en nombre del Reino Unido".
Los firmantes de la carta instaron además la primera ministra a retirar el
apoyo del gobierno británico a los Estados Unidos en general, hasta que sus
políticas indefendibles hayan sido revertidas.
"Si no lo hace, tememos que el Reino Unido se encuentre, como Trump, en el
lado equivocado de la historia, con consecuencias extremadamente
preocupantes para todos nosotros", concluyeron.