27 de noviembre de 2011
La doctora Noelia Domenighini, quien se especializa en el tratamiento de casos vinculados a la violencia de género y familiar, confirmó en declaraciones a AM1560, en el programa “Sin Pecado”, que son muchos los hechos de violencia familiar, y en el 85% de estas situaciones la víctima es la mujer. Mencionó que “es difícil trabajar con estas cuestiones, uno no actúa sólo como abogado, sino que también tiene una faceta psicológica con el cliente, lo cual no es fácil y además hay cuestiones como las sentimentales que exceden el marco jurídico. En estos casos se requiere siempre de un tratamiento psicológico y no siempre se lleva a cabo, entonces por ahí tienen las víctimas una carga psicológica”.
Al ser consultada sobre su decisión personal de trabajar en estos casos, dijo que “es una fase un tanto particular, pero como mujer siempre nos bromean porque las mujeres se refieren a las cuestiones de familia, creo que es así. Somos más las mujeres que hacemos cuestiones de familia, por una cuestión de género, de maternidad, de eso que llevamos incorporado”.
Respecto del procedimiento que se sigue en cada casa afirmó que “las cuestiones vinculadas sobre violencia de familia se tramitan ante el Juzgado de Familia de Tandil que se encuentra en Irigoyen entre Mitre y avenida España. Habitualmente las denuncias se hacen en Comisaría de la Mujer que está ubicada en Uriburu antes de llegar a la avenida Colón. Una vez que se realiza la denuncia se da intervención al Juzgado de Familia a través de un sumario policial que se eleva, hay un abogado que se ocupa especificamente de las cuestiones de violencia familiar y empiezan citaciones para tratar de resolver estas cuestiones”.
Al ser consultada de como se termina con una persona violenta excluída del hogar familiar, dijo que es difícil “terminar con el violento fuera del hogar familiar y no toda persona puede hacerlo”, al tiempo que reconoció como difícil “separar al profesional de uno mismo, pero uno tiene que estar preparado, se trata de una cuestión de vocación”.
“El tema de los menores es algo muy delicado. Uno ve que los chicos sufren y quiere hacer algo, aunque todo limita, porque los tiempos judiciales no son los tiempos de la gente. Todo proceso lleva su tiempo. La gente sigue sufriendo, llama todos los días. Yo trato de hablar mucho con mis clientes y mas que nada con las mujeres, trato de prestar asesoriamiento. La realidad es que la justicia tiene tiempos que no son los nuestros. Cuando se está ante una situación el cambio depende mucho de uno”, ejemplificó sobre el complejo cuadro de la violencia familiar puertas adentro.
“Cuando pide una restricción de acercamiento del agresor y luego la víctima al otro día va a estar con el agresor, tenemos un problema bastante grave que ya no depende de la labor profesional del abogado”, indicó la doctora Domeghini al referirse a lo complejo que suele ser el caso de las víctimas y el no poder romper el vínculo con el agresor.
Sostuvo que hay una dependencia hacia al agresor. “Esta dependencia a veces es por cuestiones económicas, temor, depende del tipo de violencia que exista. Cuando es violencia física a veces es por temor; cuando se trata de violencia psicológica, generalmente se trata de baja autoestima de parte de la víctima, hay una manipulación. Hay casos en que el agresor comienza a pegarle a la mujer y luego sigue con los chicos”.
Sostuvo que se trata de cuestiones muy personales y requieren “si o si de un tratamiento psicológico, de un grupo de autoayuda hacia esa persona. En el Juzgado de Familia de Tandil contamos con psicólogos, trabajadores sociales. Hay casas de contención, como por ejemplo GAMMA”.
Asimismo aseveró que cuando la mujer y los chicos son víctimas de malos tratos se ordenan pericias psicológicas. “Para las personas que no tienen recursos para afrontar los tratamientos se los puede derivar a lugares de autoayuda. El 85% de los casos de violencia familiar tiene a las mujeres e hijos como víctimas. Es raro pero existen casos en que las víctimas son hombres”.
Más adelante indicó que en los casos que viola la orden de restricción de acercamiento del agresor, se da paso a la Justicia Penal, “se denuncia por desobediencia a la autoridad”.
La doctora Domenighini indicó que “hay un gran número de expedientes familiares. Es un problema social y se está poniendo de manifiesto en todas las clases sociales. Las clases sociales bajas son quienes realizan las denuncias”.
Asimismo dijo que un dato no menor y para tener en cuenta es que la denuncia sobre hechos de violencia, puede ser realizada por alguien que conoce del caso, sin que sea víctima de esta situación, manteniéndose absoluta reserva de identidad del denunciante.
“Las herramientas están, aunque es muy difícil el tema de las denuncias, porque suele darese una patología entre la víctima y el agresor, hay que quererse asi mismo. Pueden considerar normal que venga el marido grite y al otro día estará todo bien. Es una cuestión psicológica y de educación. Hay gente que no tiene ninguna posibilidad de acceder al nivel de educación”, indicó más adelante.
Finalmente dijo que quienes deseen asesoramiento y no cuenten con recursos económicos pueden dirigirse a la Defensoría de calle 9 de Julio o a la Asociación de Abogados de Tandil, Irigoyen entre San Marín y Sarmiento, puesto que hay profesionales para asistirlos.
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