29 de agosto de 2010
El Centro de Formación Profesional 401, que funciona en Garibaldi 853, constituye una herramienta de aprendizaje para muchos adultos, que adquieren un oficio y alli cuentan con la clara posibilidad de mejorar su futuro laboral.
María Rosa Zabala, dirige el establecimiento desde hace once años y a través de LA VOZ agradece el aporte que brinda la comunidad, como así también la colaboración de numerosos empresarios y comerciantes, que importantes aportes permiten el funcionamiento del Centro y al mismo tiempo llevar el conocimiento a otros lugares de la ciudad y la zona.
La docente ha pasado por todos los estados emocionales, desde la alegría y el agradecimiento por el momento que atraviesan ahora, con muchas realidades y proyectos por concretarse; hasta la angustia y el llanto cuando una intensa lluvia anegó el establecimiento, y se debió clausurar por el riesgo que presentaban las viejas estructuras edicilias, donde funcionó la tradicional “Garilaucha”.
Si bien no se exige el secundario, la directora aconsejó que terminen el secundario, porque después para muchos trabajos se exige el nivel secundario completo.
Sostuvo que cuentan con una matrícula de alrededor de 500 alumnos y el 14 de octubre al mediodía “sin privilegios” se hará la inscripción para el ciclo lectivo 2011, por estricto orden de llegada, realizándose los trámites en la sede central del Centro, Garibaldi 853.
En la sede central se brindan cursos de gasista de segunda y tercera; instalaciones sanitarias, lo mismo en Villa Aguirre en la Universidad Barrial.
Hay tres cursos de costura, uno en San Cayetano; modista, modista por talle, cosedora a mano y a maquina, operadores de máquinas overlock.
La escuela “funciona en pos de la necesidad del barrio. Algunas cargas duran seis meses, un año, aunque la mayoría hace todo completo por espacio de tres años y cuatro años”.
“Tenemos una cocina armada para enseñar gastronomía. Hay un curso acá y en Vela y próximamente abriremos otros dos acá en diferentes horarios. Además hay un curso apícola. Tenemos las colmenas en una quinta y funcionamos en CIRSE. Los operadores sociocomunitarios recorren la ciudad y relevan las necesidades de los barrios; asistentes infantiles con orientación en niños; electricidad, peluquería. También tendremos unas sorpresas con cursos muy requeridos, porque se está capacitando a la gente, en el área de electricidad y gastronomía”, destacó.
María Rosa detalló que la escuela vive para y de la comunidad, mencionando donaciones de una importante cantidad de herramientas a través del ferretero Juan Ignacio García. Mientras tanto las colmenas aportó las colmenas. Destacó la tarea de la cooperadora y agradeció especialmente la colaboración de la comunidad que siempre aportan elementos para el funcionamiento.
Asimismo recordó la predisposición del CRET, Fraterna Ayuda del Carmen, CIRSE, Escuela 501 que ofrecieron las instalaciones cuando no podían funcionar en el propio establecimiento.
En cuanto a proyectos, mencionó que esperan concluir en poco tiempo el Salón de Usos Múltiples, para poder contar con mayor espacio para el Centro y el CIE.
María Rosa Zabala, además valoró el trabajo de “las maestras de apoyo, los instructores, la portera, de Mary, la gente que está trabajando y de los alumnos que se ponen la camiseta de la escuela”.
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