25 de enero de 2012
"Antes de que empiece la pelea yo estaba hablando con mi agresor tranquilamente y después estaba caminando, y me empezaron a pegar cuando yo no les había hecho nada", dijo el joven platense y añadió: "no sé porque me atacaron, ellos tenían ganas de pelear".
Biagioli, quien se recupera en Pinamar de la golpiza recibida en la madrugada del 15 de enero pasado en la esquina de avenida Bunge y el mar cuando salía con sus amigos, destacó que "eran más de tres personas las que me pegaron".
"Tres me empezaron a pegar y otros tres hacían una barrera para evitar que mis amigos me defendieran, si ellos se acercaban les pegaban a ellos también" precisó el joven al canal de noticias C5N.
Indicó además que "reconocería al que me pegó, la cara la tengo grabada, si me ponen en un grupo de 30 personas lo puedo identificar tranquilamente".
Ezequiel contó que está vivo "en gran medida por la ayuda de Santiago, un bombero voluntario que me dio los primeros auxilios y que luego de que me pegaran me decía en forma constante que no me duerma, que me quedara del lado de la vida".
Verónica, madre de Ezequiel, dijo que no recibió "ningún llamado de ningún padre de algún chico que estaba en el grupo agresor solidarizándose conmigo, y quizás yo hubiese necesitado ese llamado".
"No estoy pidiendo la silla eléctrica, quiero un castigo ejemplificador, no puede haber un manto de impunidad ante esto, siento que tiene que haber una condena", recalcó la madre.
La fiscalía 8 de San Miguel de Tucumán, que colabora con la fiscalía de menores de Dolores que investiga el caso, recibió el testimonio de dos jóvenes que negaron haber participado de la pelea, pero uno de ellos, que juega al rugby, contó que vio a tres personas que salían corriendo del lugar.
La fiscal tucumana Adriana Giannoni espera poder tomarle este miércoles declaración a otros dos jóvenes que no pudieron ser ubicados en sus domicilios y enviarles la declaración a la fiscalía de Dolores, que deberá decidir los pasos a seguir con esos testimonios.
Además, resta definir la situación de otros dos menores tucumanos cuyos abogados presentaron escritos en forma espontánea el viernes pasado patrocinados por los abogados José Agustín Ferrari y Juan Pablo Terraf.
En el documento se afirmaría que los dos menores estuvieron en el momento de la agresión pero que no se trataría de una patota la que atacó a la víctima, sino que habrían participado dos grupos que se agredieron entre sí.
"Estoy mejor de ánimo por los llamados de mis amigos y mi familia" dijo Ezequiel y destacó que "de esa noche me acuerdo que nos juntamos donde están los jueguitos y caminamos a la playa y que el insulto no fue para el de la piña y el tackle".
Verónica destacó que "Ezequiel todavía tiene coágulos en la cabeza, debe tomar medicación y esperar dos meses para que esté totalmente recuperado, el llegó con el rostro desfigurado al hospital y estuvo 36 horas en coma. Fue algo triste pero con final feliz".
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