16 de noviembre de 2010
La presidenta Cristina Fernández anunció ayer que el Club de París aceptó iniciar las conversaciones para renegociar la deuda que la Argentina mantiene con esa entidad, sin la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) como organismo auditor.
"El pasado martes (9 de noviembre) recibimos desde París un mail y luego una carta en la cual el Club de París (anuncia que) ha accedido a la posición argentina de negociar la deuda sin intervención del FMI", dijo la mandataria en un mensaje grabado difundido por Cadena Nacional.
La presidenta indicó que instruyó al ministro de Economía, Amado Boudou, para que conteste la carta aceptando el comienzo del diálogo y se pronunció a favor de poder lograr un acuerdo el año próximo.
El anuncio difiere del realizado en setiembre de 2008, cuando se expresó que la Argentina cancelaría la deuda total con el Club de París, ya que en esta oportunidad es el organismo el que llama a una negociación, cuyas características, en cuanto a plazos y condiciones, aún no se precisaron.
Tras la declaración del default en 2001, la Argentina incumplió una deuda de alrededor de 6.500 millones de dólares con la organización europea y en consecuencia el primer paso es determinar a cuánto asciende el monto actualizado.
La deuda con el Club de París es una obligación que se genera a partir de la sumatoria de todos los préstamos impagos que la Argentina generó por el default con distintos países.
Cristina Fernández enfatizó que en esta renegociación "no se pagarán comisiones" y que "ni tampoco habrá bancos o empresas involucradas".
La jefa de Estado reveló que en su carta el Club de París pidió una "negociación realista", a lo cual contestó que "realista para la Argentina es un modo de pago y plazos que sigan sosteniendo el crecimiento con inclusión social".
"Todavía tengo muy presente el primer discurso que hizo Néstor (Kirchner) en la ONU cuando abordamos el tema del endeudamiento, "que los muertos no pagan". Por eso era necesario dejar crecer a la Argentina y el tiempo le dio la razón. Hemos culminado el canje en 2009 exitosamente y hemos pagado puntualmente los vencimientos", afirmó.
La mandataria recalcó que "todas estas políticas han generado confianza", al tiempo que anunció que prevé culminar las negociaciones el año que viene.
La presidenta dijo que "la carta termina diciendo que el acuerdo será muy beneficioso para la Argentina" porque se abriría el crédito para el país, pero enseguida Fernández enfatizó que será "beneficioso para ambos".
"Muchísimas empresas -prosiguió- son filiales y reciben beneficios fiscales y crediticios, tal el caso de General Motors", que fuera beneficiada por un préstamo de la ANSES.
Finalmente insistió en que la forma de pago no debe crear "restricciones al modelo de crecimiento con inclusión social porque eso es lo que garantiza que la Argentina pueda pagar sus deudas".
La deuda argentina
A diferencia de los organismos multilaterales de crédito, el denominado "Club de París" no cuenta con una estructura permanente, sino que es como él mismo se define, un "grupo informal" de países acreedores que considera de manera conjunta el tratamiento de los deudores.
El Club de París se constituyó el 16 de mayo de 1956, cuando once países acreedores resolvieron refinanciar, precisamente, la deuda de la Argentina.
Por entonces, el presidente era el dictador Pedro Eugenio Arambury y el ministro de Economía Eugenio Blanco, quien no tuvo problemas para ponerse de acuerdo con el presidente del Banco Central: era él mismo.
La importancia del Club hace 54 años era mayor a la de la actualidad. Por entonces, el grueso de la deuda se conformaba de préstamos de Estado a Estado, algo que décadas después fue perdiendo relevancia ante el crecimiento del mercado de capitales, con préstamos de bancos privados y bonos adquiridos por un sinnúmero de particulares.
Después del acuerdo que dio inicio al Club, la Argentina firmó siete más en 1962, 1965, 1985, 1987, 1989, 1991 y 1992.
En el sitio oficial del Club de París se indica que "a los efectos de ser calificado para su asistencia, un país debe adoptar programas de ajustes y reformas respaldados por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial e implementarlos satisfactoriamente durante un tiempo", un requisito que, por lo anunciado hoy por la presidenta Cristina Fernández, fue dejado de lado al menos temporariamente.
La deuda que la Argentina mantiene con ese organismo multilateral de crédito -y que es la última que le queda por resolver para salir definitivamente del default- ronda los 6.700 millones de dólares.
De acuerdo con el sitio del Club en Internet, en 2009 se cerraron acuerdos con Togo, Burundi, Seychelles, Costa de Marfil, Haití, República Centroafricana y las Islas Comores.
En setiembre de este año selló sendos acuerdos con Liberia y Antigua y Barbuda.
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