La Lupa Random. Francisco Moreno encontró en la paranatación su lugar

Francisco Moreno tiene 16 años y una sonrisa hermosa que se dibuja cuando cuenta sus sensaciones en el agua. La vida de Fran cambió drásticamente hace algunos años. "Yo estaba trabajando y me llamó la mamá diciéndome que Fran no veía nada, fue desesperante. Él ya venía tratándose en una clínica en Mar del Plata, ese día fuimos a la de acá y nos derivaron enseguida, tenía un desprendimiento de retina muy importante en su ojo izquierdo y tuvieron que operarlo de urgencia", cuenta Luciano, su papá.

La recuperación fue compleja, no sólo por los cuidados clínicos sino también en lo anímico, hubo varias intervenciones en ese ojo que finalmente no pudo recuperar y perdió la visión.

En el medio llegó el diagnóstico; mediante un estudio se descubrió que lo que padece Fran es síndrome de Stickler, un trastorno genético que afecta el tejido conectivo, especialmente el colágeno, y se caracteriza por problemas oculares, auditivos o articulares.

A la pérdida total de la visión de su ojo izquierdo, se sumó el daño en el derecho, aunque con intervenciones logró conservar el 30 por ciento de la visión. "En teoría así debería quedar y no seguir empeorando", cuenta Fran.

Anímicamente fue un golpe duro, él paso por mucho estrés y ansiedad que empezó a canalizar por la comida. Subió mucho de peso y había que buscarle una solución.

Así se acerco al agua, a la natación, como una terapia y en busca de un deporte que pudiera practicar en esas condiciones que se presentaban.

Hace dos años comenzó formalmente con la natación, entrenando con nadadores convencionales, en principio con el único objetivo de tener un buen estado físico pero le empezó a tomar el gustito a querer competir y progresar. Estuvo en el pre equipo un año, se anotó en los Juegos Bonaerenses y los gano, entonces empezaron a buscar otras instancias para competir, así llegó al primer Open Internacional de Natación Paralímpica, junto a su papá con el fin de que lo vea la coordinadora del equipo nacional.

En la inexperiencia se anotó en cuánta prueba podía y a pesar del cansancio fue importante dar ese paso, conocer a otros nadadores y empezar a relacionarse con ese mundo que ya sentía como propio.

"Saque medalla de bronce en 50 mts mariposa. Me gustó mucho estar ahí y la coordinadora de la selección me dijo que estaba bien, que me iba a tener en cuenta", rememora Francisco.

De regreso en la ciudad quería avanzar, progresar y es ahí donde aparece el profe Marcelo Honorato, conocido en el ambiente de la natación, y se proponen trabajar juntos.

Fueron dos meses de entrenamiento y adaptación el uno al otro, porque para el profe es todo un aprendizaje, nunca entreno a un deportista con disminución visual y hay muchos detalles a tener en cuenta.

Hace poco, la dupla, compitió en otro Open, esta vez en el Cenard y ya notó muchas mejoras en su rendimiento, bajó todas sus marcas y si bien las premiaciones son generales, Fran quedó primero en su categoría en sus cuatro presentaciones.

Ahora quiere ir por más. Va a la Escuela 19 y a la 501 para aprender braile y tener apoyo en otras materias. Pero además hace natación de lunes a sábados en el Natatorio UP y acude al gimnasio para complementar.

Los resultados deportivos no tardaron en llegar y no sólo se vieron traducidos en medallas o buenos cronometrajes. Porque la semana pasada un día antes de concretar nuestro encuentro para la entrevista Fran recibió una noticia especialmente motivadora.

"Llego a casa y me dice pá no sabes lo que me pasó, (me pasaron mil cosas por la cabeza), hasta que me mostro un mail en el que lo convocaban a la concentración nacional...me agarro una emoción", dice Luciano.

Y si...cuando un hijo logra su objetivo a pesar de todo, y puede disfrutarlo, ¿cómo no emocionarse y comprometerse?

Es así que del 16 al 19 de julio, Francisco Moreno y su profe Marcelo Honorato estarán entrenando en el Cenard junto con el resto de los nadadores y nadadoras convocadas.

Ajustando un poco esa especialidad de espalda que "es la que menos me gusta" dice Francisco que, además, cuenta que "el estilo mariposa es lo que me encanta y si bien tengo que entrenar todos, Marcelo dice que debemos ajustar espalda que voy a andar bien".

En poquitos años Francisco conoció todas las emociones, el miedo, la frustración, el enojo. Se tuvo que acomodar a las circunstancias que la vida le fue poniendo y salió airoso. A pesar de esa ventanita que parecía cerrarse, él fluye con el agua en busca de sus sueños.

El profe que sigue aprendiendo

Marcelo Honorato es un profe conocido en el mundo de la natación a nivel local, entrena a competidores que están muy bien considerados pero no se achicó cuando se le presentó el desafío de tener a Francisco en sus manos.

"Es mi primera experiencia en la natación paralímpica, paranatación, y rescato el hermoso ambiente que se vive en las competencias, todos felices por practicar el deporte y estar ahí. En el primer y único Open que estuve con Francisco, me dejaron la enseñanza de valorar lo que me da la vida, el destino, y aprender a disfrutar cada momento, no frustrarme por las cosas que no se cumplen como yo deseo. Y en cuanto a lo técnico, miro a otros entrenadores y me quedo admirado de los detalles que tienen en cuenta y como llevan a sus atletas", cuenta Marcelo, un ratito antes de ir con Fran al agua para continuar con el aprendizaje mutuo.