Deportes. Independiente aprovechó la displicencia de Grupo

El cabezazo de Ramiro Arteagaveytía, sin ningún tipo de marcas, fue el castigo que recibió Grupo por no saber como resolver un partido y hacer suyo un nuevo triunfo teniendo 11 jugadores contra 9 de Independiente.
Lo de Grupo fue tibio en el arranque, mejoró tras el gol de penal anotado por Cristian Pérez y no tuvo resolución desde el primer minuto de la etapa final cuando Pereyra vio la roja y dejó a su equipo con 9. Para hacer más heróico el empate en uno conseguido por Independiente, Quintas le detuvo un penal a Cristian Pérez. Lo que sucedió en el final se veía venir, ante la escasa idea de como vulnerar al rival que tuvieron los Universitarios. Y esa bronca con qué se retiraron los futbolistas que conduce Horacio Rodríguez, intercambiando insultos con las pocas personas que estaban en la tribuna Luis Mestelan, se incrementó minutos después cuando en los vestuarios el plantel se enteró que un triunfo los hubiera dejado en la cima de la tabla junto a Bella Vista que ayer igualó.
La lluvia que se registró ayer en nuestra ciudad, fue un condimento muy especial para el clásico que protagonizaron Grupo Universitario e Independiente. El local puso en cancha el habitual esquema 4-4-2, mientras la visita salió a jugar como lo anunciábamos en la semana. Cuatro hombres en defensa, tres volantes, dos puntas y un solo delantero. El juego fue muy entretenido con un Independiente que tuvo en el arranque las mejores situaciones mediante un remate de Pereda que Cuevas dio rebote, con una vaselina dentro del área de Jorge Izquierdo que se fue apenas arriba, con otra aparición de Pereda que el golero local mandó al córner y con un remate de Prezioso que hizo volar al “1” Universitario para rechazar hacia un costado.
A Grupo le costaba tener la pelota como para poder hilvanar alguna jugada clara. Bien marcado Weimann, Rotondo y Cristian Pérez a los delanteros la pelota no le llegaba limpia por lo que tenían que retroceder en el terreno para ingresar en el circuito futbolístico. Un remate de Michel que rechazó Quintas y un cabezazo de Castro, fue lo más peligroso que elaboró el local previo al gol. En el vértigo de un partido de tránsito rápido por la mitad de la cancha, Grupo acertó en un ataque. Horacio Martínez aceleró por la izquierda y cuando enganchó ya dentro del área, Méndez lo derribó. Penal y expulsión del volante central que estaba amonestado. Cristian Pérez con un remate a la izquierda de Quintas que se inclinó a la otra esquina, señaló el 1 a 0 parcial. A partir de ese momento los Universitarios se mostraron un poco mejor y tuvieron aproximaciones que por poco no terminaron en el fondo del arco Rojinegro, como aquella combinación entre Martínez – Michel que Pérez no pudo resolver dentro del área.
En el complemento Independiente sufrió al minuto una nueva expulsión. Michel dentro del área iba a definir, pero Pereyra lo empujó desde atrás. Nuevo penal y nueva expulsión. Cristian Pérez se hizo cargo una vez más de la falta, pero en esta ocasión cambió de palo y Quintas estirándose hacia su derecha rechazó el disparo. El la siguiente acción el Rojo casi lo iguala, pero el remate final de Argüeso terminó dando en un defensor. La diferencia numérica a favor de los Universitarios, los hizo jugar de manera displicente. Todos imaginaban que Grupo lo cerraría en pocos minutos al partido, pero equivocó los caminos y le dio vida al Rojinegro que terminó haciendo un papel por demás digno, simplemente porque el rival se lo permitió. Y los minutos transcurrieron con Independiente buscando y Grupo perdonando, convirtiéndose en un juego con una alta carga de emotividad. En tiempo extra Grupo pagó muy caro esa falta de compromiso para hacer suyo un partido que se le presentó por demás favorable. Fue el Rojinegro a puro centro, teniendo a Quintas como lanzador, a Lecuona empujando a todos contra el área Universitaria y al resto buscando la heróica. Y esa acción que soñó llegó en el minuto 49, cuando un córner ejecutado por Martín Zabaleta fue cabeceado al gol por Ramiro Arteagaveytía, decretando el agónico empate. Llegó el final y Grupo se fue masticando bronca por dejar escapar una gran oportunidad. Independiente se fue feliz, pese a que sigue sin ganar desde la segunda fecha. Ayer puso el corazón ante la adversidad y terminó rescatando un punto, por la entrega de los nueve jugadores y por las facilidades que le dio su rival.