5 de julio de 2020
El
gobierno nacional buscará convertir en "productivos" los emprendimientos
periféricos al sistema, con la convicción de que la pandemia obligará a
reivindicar formas de producción "más cercanas a las necesidades de la
sociedad y menos enfocadas al consumo masivo".
Por
María Aguirre
El
gobierno nacional abrirá esta semana el Registro Nacional de Trabajadores y
Trabajadoras de la Economía Popular, con el que buscará convertir en
"productivos" esos emprendimientos periféricos al sistema que
desarrollan unas 6 millones de personas en el país, con la convicción de que la
pandemia de coronavirus obligará a reivindicar formas de producción "más
cercanas a las necesidades de la sociedad y menos enfocadas al consumo
masivo".
Así lo
adelantó en una entrevista con Télam el director nacional de Economía Social y
Desarrollo Local, Pablo Chena, quien sintetizó que el primer objetivo del
registro apunta a "visibilizar" a este amplio universo de la
población económicamente activa, que equipara en número a los 6 millones de
trabajadores del sector privado formal y duplica al total de 3 millones de
empleados del ámbito público.
"El
Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) fue un golpe de realidad porque mostró una
economía que no estaba visibilizada; por eso el registro tiene como objetivo
inicial 'pensar' la economía popular, inscribirla, establecer cuáles son sus
ramas, sus actividades, sus unidades productivas y dónde se desarrollan",
explicó el funcionario.
PABLO
CHENA
El
segundo objetivo de ese "mapa" que empezará a confeccionarse la
próxima semana -primero con una modalidad virtual por la pandemia y luego con
operativos presenciales en los territorios- apunta a resignificar la mirada
sobre esos trabajadores informales.
"Siempre
fue vista como la economía de la necesidad, pero nuestra idea es que cambie esa
concepción y que sea la economía de la producción; queremos que la política
social pase de la asistencia de los sectores vulnerables a un desarrollo del
trabajo que realizan, dignificarlo, ordenarlo y que potencie sus propios
emprendimientos", describió Chena, economista que se desempeñó como
investigador del Conicet y como docente de la Univesidad de La Plata.
Quiénes
podrán inscribirse
Mujeres
y hombres que se sostienen -o se sostenían antes del coronavirus- con la venta
ambulante, la agricultura familiar, el arte callejero o tareas de cuida coches,
limpia vidrios, pintores, serenos, electricistas, paseadores de perros, lustra
botas, fleteros, cuidadoras en jardines maternales barriales, cartoneros,
gasistas, recicladores, ayudantes de albañilería y tapiceros, entre otros,
podrán inscribirse en el registro.
Se trata
de quienes crearon su propio trabajo a partir de sus saberes y oficios en
unidades productivas individuales o colectivas, caracterizadas por su relación
asimétrica en el ámbito financiero, comercial o fiscal.
"Son
quienes hacen trabajos esenciales que hoy no son productivos y conforman el 50%
de los trabajadores económicamente activos", graficó Chena, para quien el
'después' de la pandemia reafirmará la idea de avanzar hacia "una forma de
producir posindustrial, más cercana a las necesidades de la sociedad y menos
enfocada en el consumo masivo".
Ese
universo no es "productivo" porque "no accede a créditos, ni a
estructuras del mercado donde vender, ni siquiera a derechos laborales y son
víctimas de la usura", advirtió.
Además,
Chena valoró el hecho de que como esa gente "desarrolló su actividad en
base a sus propias necesidades está mucho más cerca y comprende mejor la
necesidad, que el negocio".
Otra
premisa del registro será dotar a esos trabajadores de "instrumentos
financieros acordes" a la economía popular, créditos no bancarios
estatales "en condiciones razonables" para su evolución, derechos a una
obra social y a una jubilación encuadrada en un tipo de monotributo productivo,
que el gobierno tiene en estudio para desarrollar.
El
registro
Esta
propuesta empezará a materializarse a través del sitio
www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/renatep y forma parte del plan de salida
de la crisis pospandemia, analizada entre el presidente Alberto Fernández, el
ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo y los movimientos sociales.
El
registro está organizado en ocho ramas, para diferenciar los segmentos de la
economía popular: 1) Comercio popular y trabajos en espacios públicos 2)
Recuperación, reciclado y servicios ambientales 3) Construcción e
infraestructura social y mejoramiento ambiental 4) Industria manufacturera 5)
Servicios socio-comunitarios 6) Agricultura familiar y campesina 7) Transporte
y almacenamiento 8) Servicios personales y otros oficios.
Están
habilitados a registrarse quienes tengan 18 años o más y no posean a su nombre
más de dos inmuebles, ni tampoco cuenten con un trabajo en relación de
dependencia que supere el salario mínimo vital y móvil.
Tampoco
podrán acceder quienes estén inscriptos en el regimen simplificado de pequeños
contribuyentes: sólo se admitirán las categorías A, B, C y D o titulares del
monotributo social o monotributistas "promovidos".
El trabajo sexual, que había sido incluido inicialmente como categoría posible, quedó fuera del registro y será analizado y atendido en forma separada por el Ministerio de Desarrollo Social.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.