Piden la renuncia del Padre Ripa. Padres de alumnos del Colegio de Begoña se movilizaron este domingo

Los padres emitieron luego una Carta Abierta expresando su preocupación.

"Participamos de la marcha como familias, con la convicción de que nuestros hijos merecen un entorno seguro, transparente y respetuoso. No estamos en contra de la fe ni del colegio; estamos a favor de que las cosas se hagan con seriedad y responsabilidad", advirtieron.

Y añadieron que "lo ocurrido no fue un detalle menor. No se trató simplemente de un participante más en la procesión, sino de una persona condenada por abuso que tuvo un rol activo: entregó estandartes a los chicos, estuvo entre ellos sacando fotos y colaborando en la organización. Eso es negligente".

Las familias sostuvieron en su nota que "no lo sabíamos en el momento. Nos enteramos días después, por comentarios entre padres, ya que hasta hoy no hubo ningún comunicado oficial ni una explicación clara. Esta falta de respuesta nos deja intranquilos y demuestra que la gestión priorizó cuidar su imagen antes que asumir responsabilidades", apuntando hacia el sacerdote Martín Ripa, párroco de Muestra Señora de Begoña y Director del Colegio Secundario.

También expresaron que "el representante legal tiene la obligación de garantizar la seguridad de los estudiantes, no de minimizar lo sucedido. Si se hubiera actuado con responsabilidad desde el inicio, el malestar no habría escalado de esta manera".

"Algunos interpretan nuestro pedido de renuncia como un ataque personal. No lo es. Es una consecuencia lógica de una gestión que ha acumulado conflictos y que, en este caso, puso en riesgo la integridad de los chicos. No lamentamos algo peor porque uno de los padres advirtió la presencia de este sujeto. Eso no es gestión, es suerte", adujeron los padres, que en situaciones anteriores trasladaron su quejas sobre Ripa incluso al Obispo Salaberry.

Para los padres que reclaman, las justificaciones que se han dado "son incoherentes".

"Se escudan en que 'el tipo no ingresó a las instituciones', como si eso fuera suficiente. Pero ese día estuvo en una actividad organizada por el colegio, en la vía pública, donde acompañábamos las familias. También se escudan en que 'la iglesia es de todos' y que 'ya cumplió su condena'. Pero los chicos cruzan a la parroquia constantemente, hacen actividades allí, y este sujeto daba vueltas por ese espacio. ¿Quién garantiza que no vuelva a acercarse? ¿Quién se hace responsable si ocurre algo?".

Insistieron en que "este reclamo no es un ataque al colegio ni a ninguna persona en particular. Es un pedido legítimo de madres y padres que exigimos claridad, transparencia y un entorno seguro para nuestros hijos. Nada más, nada menos".

Finalmente, aseguraron que la marcha se realizó de forma pacífica, "como corresponde, pero con firmeza. Porque esta situación fue la gota que rebalsó el vaso. Porque no podemos seguir normalizando el silencio ante hechos graves. Porque nuestros hijos merecen que estemos presentes, atentos y comprometidos".