28 de febrero de 2011
Volvió una noche y en este caso se puede decir que se lo esperaba. Ante la escasa cosecha de puntos jugando como local, hubo un dirigente que quedó de la conducción anterior, que fue en busca del brujo “Quique” como se lo conoce.
El hombre llegó al San Martín, tirando humo por su pipa. Recorrió el campo de juego, la zona de vestuarios y antes de ir a ver el juego le soltó a un allegado al cuerpo técnico: “decile a Gambini que hoy ganan 2 a 0 y que a ellos le echan como mínimo dos jugadores”.
Tras bajarse del avión que trasladó a la delegación hasta Comodoro Rivadavia, por padecer de claustrofobia, retornó el brujo a Santamarina y lo hizo tal cual lo había anticipado en la previa.
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