17 de junio de 2008
La semana, con pleno feriado de por medio, volvió a puro piquete en las rutas que cruzan el Partido, con los productores autoconvocados ubicados en El Paraíso impidiendo el paso de los camiones que cargan granos, informando al resto de los automovilistas sobre el marco del reclamo y solicitando una firma de adhesión al mismo.
Kilómetros más adelante, de un lado y del otro de la presencia chacarera (en ruta 226 y sus cruces con la 30 y la 74), los transportistas hacían lo propio, ya no limitando sólo el paso de los camiones con granos, sino también al resto del transporte de carga, dejando sí la libertad de tránsito a los que llevaban alimentos perecederos como colectivos de larga distancia.
Los cortes de mayor importancia se sucedieron en la zona de “La Vasconia”, con el bloqueo de la circulación cada 15 minutos a los vehículos, dejando pasar sólo a autos particulares y micros.
“Esto así no puede seguir” manifestó uno de los transportistas “nosotros tendríamos que estar trabajando”. La medida se mantendrá a lo largo de toda la jornada y bajo la misma modalidad.
Es que el anuncio de actos para el miércoles, de un sector y del otro, no hacían más que asegurar la continuidad de la protesta, dejando en claro que con el paso de las horas el desabastecimiento dejaba de ser una amenaza para transformarse en una cruda realidad (ve páginas 2 y 3).
En lo que respecta a la decisión acordada por los ruralistas, en horas de la tarde protagonizaron una nueva asamblea, esta vez en la carpa ubicada en la Plaza Independencia, donde resolvieron que el venidero miércoles se convocaría a una nueva movilización. Esta vez sin cacerolas ni ruidos. Sólo se llevará como estandarte el silencio como reflexión, pidiendo por la paz. Mensaje que será acompañado por representantes de todos los credos con destino a la plaza del centro, básicamente movida similar a la convocada por la Mesa de Enlace de las cuatro entidades agropecuarias.
ESPONTANEO CACEROLAZO
Cuando los productores ruralistas culminaban de definir lo que sería, entonces, la movilización del miércoles pidiendo por la paz social, se vieron sorprendidos por una manifestación espontánea. Cientos de peatones y vehículos, expresaban su descontento a puro cacerolazo y bocinazos.
En realidad, los autoconvocados fueron citados a través de una cadena de mails que invitaba a realizar la movida descripta, cuestión que luego se corroboró en cada rincón del país, con mayor o menor adhesión.
En efecto, los tandilenses se fueron juntando a la vera de la plaza, se unieron al reclamo agropecuario y sellaron un descontento generalizado a puro grito pelado, con un claro síntoma de rechazo para con las últimas acciones del Gobierno nacional, especialmente a partir de las pocos felices palabras del vocero oficial, Luis D´Elia (más información en páginas nacionales).
Una vez más, el jefe comunal Miguel Lunghi, y parte de su gabinete se unió a la manifestación, como así también otros dirigentes empresariales y de diversos sectores del quehacer local.
Lunghi no hizo más que repetir ante el micrófono de los medios su pensamiento primero una vez desatado el conflicto, aquel que versa sobre retrotraer la situación al 11 de marzo, día en que se instalaron las polémicas retenciones para el campo.
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