12 de septiembre de 2023
El mejor atleta de la historia británica, Mo Farah, quien
contó que fue víctima de trata, se retiró del deporte profesional luego de
conseguir la cuarta posición en la "Great North Run" entre Newcastle
y South Shields, la última prueba de su carrera.
Mo Farah, nacido en Somalia hace 40 años y ganador de
cuatro medallas de oro olímpicas, expresó: "Es muy emocionante. Han pasado
muchas cosas por mi mente. Todo lo que sé es correr y es lo que me hizo feliz
durante tantos años. Correr es lo que me salvó".
El fondista, que logró un doblete de triunfos en los
5.000 metros y 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y en
los de Río en 2016, ganó seis títulos mundiales y cinco europeos, entre otros
logros, hizo un tiempo de 1 hora, 3 minutos y 28 segundos en su última prueba,
a tres minutos y 30 segundos del vencedor, el etíope Tamirat Tola (59:58).
"He logrado mis objetivos tanto en la pista, la
media maratón y el maratón y no hay nada más que demostrar, así que solo tengo
que disfrutar de la retirada y dejarme llevar", declaró Farah según el
sitio Runners World.
Hace un poco más de un año, Farah reveló en un documental
de la cadena BBC que fue víctima de tráfico ilegal de personas y que ingresó al
Reino Unido con una identidad falsa, para luego ser forzado a trabajar como
esclavo en el seno de una familia.
"La verdad, no soy el que ustedes creen. La mayoría
de la gente me conoce con el nombre de Mo Farah, pero esa no es la realidad.
Fui separado de mi madre y traído al Reino Unido ilegalmente bajo el nombre de
otro niño llamado Mohamed Farah", explicó el cuádruple campeón olímpico en
una extensa entrevista sobre su vida.
Farah reveló que en realidad se llama Hussein Abdi Kahin,
que su padre fue asesinado en la guerra civil de Somalia cuando él tenía 4 años
y que a los 9 -separado de su mamá y sus hermanos- llegó al Reino Unido, donde
fue esclavizado.
El primer británico en ganar cuatro títulos olímpicos en
atletismo contó que fue obligado a limpiar la casa y a cuidar a otros niños en
una familia británica si quería "tener para comer". "Si quieres
volver a ver a tu familia algún día, no digas nada", lo amenazaron.
"Muchas veces, me encerraba en el baño y lloraba. Lo
único que podía hacer para alejarme de esta situación era salir y correr",
confió Farah.
El atleta, que regresó a Somalia en 2003 y después creó
una fundación con su esposa para construir pozos de agua y suministrar una
ayuda alimentaria y médica en el este de África, explicó que fueron sus cuatro
hijos lo que lo empujaron a revelar la verdad de su pasado.
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