Los siniestros de pastizales fueron nuevamente la nota saliente de la jornada de ayer. Efectivos de bomberos, policías, junto a personal de Vialidad y Tránsito, debieron trabajar arduamente para sofocar los focos ígneos que se fueron sucediendo sin solución de continuidad, a partir de una desidia notable que se destila a lo largo y a lo ancho de la ciudad.
En esta oportunidad, los escenarios donde se desataron los incendios fueron desde la zona del barrio Golf, al predio del ex Iser, hasta debió intervenirse incluso en la zona de banquinas de la Ruta Nacional N° 226, a metros a la altura del kilómetro 168, pastizales linderos a las vías del ferrocarril.
En lo que respecta a lo sucedido en cercanías al barrio Golf, el parte de Bomberos detalló que el fuego afectó un predio de 40 por 50. También en la zona del Cerro de la Virgen, nuevamente se desató otro incendio, que a priori no revestía la gravedad de la semana pasada, donde una vivienda fue devastada por el siniestro.
Pero sin dudas las tareas más complicada y delicadas de afrontar se sucedieron en el predio de Sans Souci, donde incluso se temió por la seguridad de las flamantes como añejas instalaciones, un verdadero patrimonio arquitectónico que aún aguarda por inversiones que logren recuperarlo.
Todo comenzó a las 14.30, y pasando las 20 todavía trataban de extinguir el foco ígneo. Por los informes preliminares se habrían quemado unas 36 hectáreas, dentro de las cuales se vieron afectados varios árboles.
En la gran mayoría de los incendios -confiaron los efectivos de bomberos- tiene su origen en quemas intencionales, aunque claramente poco controladas por quienes lo motorizan.

EN SANS SOUCI
La última noticia que se tenía del histórico reducto eran buenas nuevas. El esfuerzo no siempre publicitado de la asociación pro recupero había obtenido un espaldarazo institucional a través de la CIC que en su momento presidía el actual senador Néstor Auza. Se proyectaba –se proyecta- un parque ecológico para el Instituto Superior Nº 75. La propuesta versa sobre la incorporación del Jardín Botánico en el Parque Sans Souci, que se encuentra administrado por la cooperadora del ISFT Nº 75, en un sector reservado para tal fin. El mencionado jardín tendrá un diseño paisajístico conformado por especies nuevas a plantarse ordenadamente por familias botánicas, complementadas con las ya existentes. El espacio contará con una superficie de una hectárea de extensión, y será habilitado al público con propósitos recreativos, culturales, educativos y de investigación.
Se presentó el proyecto como la búsqueda de la “revalorización de su condición de capital social y patrimonio histórico cultural, potenciándose su valor ambiental y paisajístico”, con el aporte de la participación de alumnos de las Carreras Tecnicatura en Turismo del ISFT 75 y de la carrera Profesorado de Ciencias Naturales del ISFD 10.
Sin embargo allí, ayer, la noticia tenía otro tenor, mucho más cruenta y dolorosa para las expectativas puestas en el lugar. Un siniestro de magnitudes arrasó con una buena parte de los ejemplares. Incluso las llamas se fueron acercando peligrosamente hacia el castillo que, afortunadamente fue salvado por la intensa labor de los uniformados.
Tres dotaciones debieron acudir a la zona. Primeramente la preocupación se centró en despejar la zozobra que se desató en la calle Aeronáutica Argentina, donde vecinos asustados referían a la inminente caída de imponentes árboles atrapados por el fuego, con destino a la arteria. Su altura, presagiaba que quedarían enganchados con el cableado de telefonía de la vereda de enfrente.
En ese peligroso marco, la policía dispuso el corte de la arteria, en tanto los bomberos intentaban en vano sofocar las llamas que abrazaban los troncos secos. A propósito del estado de la zona, no resultó casual el foco ígneo, al notarse el notable crecimiento de los pastizales era casi lógico que pudiera suceder lo que finalmente pasó.
En medio de la tensión, los efectivos resolvieron literalmente cortar por lo sano: con una motosierra atravesaron los castigados ejemplares, terminando por caer pesadamente sobre la arteria, no sin antes toparse con el cableado que, afortunadamente resistió la embestida.
Una vez disipado el riesgo callejero, los uniformados sin respiro continuaron en el interior del predio, donde las llamas iban por más, incluso amenazando con atrapar las mismísimas edificaciones.
Los esfuerzos humanos se toparon en varias oportunidades con la escasez de agua, dada la magnitud del siniestro, aunque afortunadamente el predio contaba con agua potable que fue abasteciendo las mochilas de los hombres de azul.

PELIGRO EN LA 226
Casi en simultáneo, otras llamas, otro escenario, iba a demandar la presencia de nuevos agentes de bomberos. En cercanías al kilómetro 168, en dirección a Azul, a la altura donde cruzan las vías del ferrocarril. Allí, en la ladera a la ruta, el fuego se apoderaba de los largos pastizales, provocando una densa cortina de humo que incluso perturbó la visibilidad de la transitada cinta asfáltica.
El foco ígneo se habría originado también por una supuesta quema intencional, de la zona norte de la 226, para luego atravesar hacia el otro costado, haciendo peligrar incluso las viviendas de la zona.
Los denodados esfuerzos de un par de efectivos, lograron disipar el riesgo, no sin antes trabajar arduamente para aquietar la hoguera.