15 de noviembre de 2025
Hoy en La Lupa Random te traemos un protagonista que estuvo de visita en la ciudad brindando una charla. Fuimos pensando en un intercambio futbolero, y nos encontramos con una puerta hacia la transformación. Con Pablo "El Payaso" Lugüercio hablamos de la importancia de empezar a acompañar a los deportistas en autoconocimiento, propósito y espacios de reflexión.
por
Lorena Medina y Florencia Pendas
Vivimos en un país futbolero, no hay ninguna
novedad en eso, y hasta es una frase pintorezca. Hacemos alarde de nuestra
hinchada, de la pasión que le ponemos a nuestros equipos y ni que hablar de la
identificación con la selección nacional.
Pero hay un costado, que quienes no viven de
cerca la vida del futbolista, no llegan a dimensionar, que es la parte humana y
como en cualquier otra profesión, las experiencias empiezan a ser capitalizadas
con el paso del tiempo.
Hace unos días, recibí una convocatoria a una
charla organizada por Capitán Deportes, que tenía como disertantes a tres ex
jugadores de Estudiantes de La Plata, Israel Damonte, Pablo Lugüercio y Mariano
Andujar. El tema era la reconversión del jugador de fútbol cuando finaliza su
carrera deportiva.
No fue una charla más de fútbol, fue realmente
un hallazgo, sobre todo escuchar a Pablo Lugüercio, hablar de su propia
metamorfosis, aquella que de jugador de fútbol lo convirtió en lo que él llama asesor
deportivo, pero que es mucho más que eso.
El "Payaso" Lugüercio comenzó a jugar al
fútbol a los 9 años en Estudiantes de La Plata, club al que luego volvió para
retirarse en el 2019, tras vestir otras camisetas como la de Racing.
En su posición de delantero ha tenido la
fortuna de convertir para sus equipos y también la dicha de ser convocado por
Pekerman a la selección nacional en las eliminatorias para el Mundial 2016.
De regreso en "El Pincha" una pregunta de Juan Sebastián Verón, le dio el puntapié inicial para lo que se vendría. "Un día estaba en el club y Sebastián me dijo 'Che ya pensaste que vas a hacer cuando te retires?'...mi respuesta por supuesto fue que no, no tenía idea". Contó Pablo ante la escucha atenta de todos los presentes en la charla que tuvo lugar en el Teatro de la Cultura y el Bicentenario.
Pero había algo que Pablo
Lugüercio hacía naturalmente y hasta ese momento no lo había tenido en cuenta.
Desde su experiencia y naturalidad, le era muy fácil hablar con los pares y con
los jugadores más chicos, tenía (tiene) una llegada y cercanía que otros no.
Así conoció a Raúl Salas, Licenciado
en Trabajo Social, que, entre otras instituciones, desarrolla su profesión en Estudiantes
de La Plata. Entre charla y charla, se dieron cuenta de que eran el complemento
perfecto, uno tenía la preparación académica y el otro, la experiencia.
Así, juntos fundaron Wake Up (despertar), un método
de acompañamiento integral para deportistas, el disparador fue llegar a la
certeza de que "la carrera del futbolista es más que la actuación dentro de la
cancha".
En su alocución Lugüercio utilizó conceptos
como "propósito y autoconocimiento", que no pasaron desapercibidos, porque no
son términos que haya escuchado de un futbolista.
Por supuesto y como es habitual en La Lupa
Random, quisimos saber más y gentilmente Pablo nos dedicó unos minutos
enriquecedores.
"Fui encontrando este lugar cuando pude
enfocarme en mí, en buscar adentro, empezar a ponerle nombre a toda mi
experiencia y para no quedarme fuera de mi ámbito, que siempre fue el deporte",
cuenta.
Cualquiera pensaría que un jugador de su calidad y trayectoria, una vez finalizada su carrera (se retiró a los 37 años) se puede dedicar a cualquier cosa. Pero él, no. "Comprendí que trabajando en mí y estando mejor yo, podía ayudar a otros, eso me empezó a llenar mucho más y, una vez que finalicé mi carrera como deportista profesional, encontré mi propósito".
"Me ha pasado mucho con colegas, identificar en el otro, cosas que también me pasaban a mí. Pensar en todo lo que no nos autorizamos, lo que no nos permitimos, yo lo transitaba muy sólo, y a partir de eso, entendí que era necesario generar espacios de reflexión, eso es muy importante. Muchas veces los futbolistas no tienen esos lugares. Imaginate, ¿uno como futbolista donde puede demostrar una debilidad o contar algo que le está pasando? En el imaginario colectivo los futbolistas tenemos una vida color de rosa, el pensamiento general es "De que te quejas si haces lo que te gusta. Sos un afortunado." Pareciera que a uno no le pasan cosas, no discute con la mujer, no tiene problemas o los familiares no se enferman, entonces de algún modo te programás para no demostrar que te sentís mal o quejarte", analiza Lugüercio desde la experiencia de lo vivido, las necesidades que tuvo y los prejuicios que siempre surgen en torno a la vida del futbolista.
"Una vez que identifiqué eso, encontré este
camino de desarrollo continuo que disfruto muchísimo", confiesa.
Un camino que es inagotable, porque uno nunca
termina de conocerse y trabajar en si mismo. "Siempre hay que aprender, una de
las mejores frases de Jim Rohn (NdR empresario, escritor y orador motivacional)
es: Convertite en una persona que gane un millón de dólares y cuando lo tengas,
regalalo. Porque el mayor valor de la vida no es lo que consigues, el mayor
valor de la vida es en lo que te convertís mientras lo consigues. Eso revalida
un poco el desafío individual de trabajar en uno para ser mejor día a día y el
aporte que puede ser eso para otros".
El "Payaso" junto a Salas han creado la figura
del asesor deportivo y trabajan por inculcar estos aprendizajes de autoconocimiento
y valores desde los inicios de la carrera profesional de un deportista y
puntualmente en los futbolistas. "Las personas que más representaron a Argentina
en nuestra historia, son futbolistas. Vos vas a África, mostrás nuestra bandera
y probablemente no sepan de donde es, pero si mostras la camiseta de argentina
con el 10 saben que es de Maradona o Messi. Ese impacto que tiene el
futbolista, utilizado como una herramienta para los jóvenes es muy importante.
Inculcar valores a través del ejemplo, cuidarse, saludar, ser responsable con
su cuerpo y cuidado, eso también se puede compartir para educar. Es parte de lo
que no se ve, pero es necesario y trabajarlo de manera integral, interdisciplinaria
es fundamental".
Tal vez, esta mirada más, entre terrenal y
espiritual del futbolista que nos presenta Pablo, tiene una relación estrecha
con la identificación que tiene con el público la actual selección nacional. Jugadores
que se muestran cercanos con la gente, y que han podido exteriorizar
sensaciones saliéndose un poco del prejuicio de hace años.
"Mirá, la humildad es importante, tener las
cosas bien claras, saber que no sos ni más ni menos que otras personas. Que
tenemos una profesión que sí nos brinda muchos privilegios, pero que también
tiene un costo. Es nuestra tarea mostrar que no es fácil y que la gente pueda
darse cuenta de que el futbolista, sobre todo los más jóvenes necesitan ese
acompañamiento para poder transitar su carrera sanamente y una vez que dejen el
fútbol sean personas que continúen con su vida y puedan desarrollarse en cualquier
ámbito."
Información adicional
Hay dos libros que ha escribo Pablo Lugüercio que
amplían los conceptos vertidos en esta pequeña entrevista, uno de ellos es "El Método
Wake Up" y el otro "Herramientas para desarrollarte en el Deporte" .
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