20 de agosto de 2025
Un nuevo capítulo sacude la vida institucional de San
Lorenzo de Almagro. Al tiempo que hizo su aparición pública Alejandro Rojas,
autor de la cámara oculta que expuso al presidente Marcelo Moretti recibiendo
25.000 dólares en el despacho presidencial, la dirigencia enfrenta renuncias
clave y tensiones internas, mientras el propio Moretti amaga con volver a sus
funciones.
La situación de San Lorenzo se ha tornado caótica desde
que se grabó el video que luego se difundió en abril y que mostró a Moretti
aceptando un fajo de dólares. El presidente, que se encuentra de licencia desde
entonces, ha sido el eje de un escándalo que no solo puso en jaque su
continuidad, sino que también desató una ola de incertidumbre en la conducción
del club. En las últimas horas, la posibilidad de que Moretti retome sus
funciones -se apersonó en la sede de Avenida La Plata este lunes- ha generado
malestar entre varios directivos, quienes no ven con buenos ojos su regreso.
Mientras tanto, la dirigencia de San Lorenzo atraviesa
momentos de máxima tensión. Julio Lopardo, vicepresidente primero y quien ejercía
la presidencia durante la licencia de Moretti, presentó su renuncia al cargo,
aunque no a la Comisión Directiva. A la renuncia de Lopardo se sumó la de
Javier Allievi, vocal titular por el oficialismo, quien condicionó su dimisión
a que el resto de los dirigentes de la agrupación gobernante también abandonen
sus cargos. De concretarse estas salidas, el club podría quedar acéfalo. Para
ello, tendrían que renunciar 16 directivos y allí se formaría una Comisión de
transición hasta el llamado a elecciones. En ese caso, los que dimiten no
pueden formar parte del cuerpo interino.
Todo esto sucede mientras se espera por la resolución
formal del Tribunal de Ética de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Además, resta el fallo de la Justicia, que será determinante.
En este escenario, la voz de Alejandro Rojas ha cobrado
especial relevancia. Por primera vez, el hombre que grabó el material en el
despacho presidencial relató cómo se gestó la operación. En el video publicado
por el portal Doble Amarilla, Rojas explicó que fue contactado y contratado por
un grupo de personas para realizar la grabación, motivado por una retribución
económica. "Me llamo Ale Rojas, yo soy el que grabó el video de Moretti. Estoy
dispuesto a hablar. A mí me llamaron y me contrataron para hacer el video ese,
una gente. Fui y lo hice porque me pagaban", afirmó en un testimonio que será
incorporado a la causa judicial.
Rojas acompañó a María José Scottini, la persona que
entregó el dinero a Moretti, durante las reuniones que se celebraron en la sede
de Av. La Plata. Según su relato, la operación se desarrolló en dos encuentros:
en el primero, Moretti recibió USD 20.000 y, en el segundo, otros USD 5.000.
Rojas aseguró que el dinero correspondía a una deuda y no estaba vinculado al
jugador juvenil hijo de la mujer, para garantizarle su lugar en la cantera. "Me
pidieron ponerme los anteojos y grabar cuando el señor Moretti recibiera el
dinero. Por lo que escuché, era una deuda que tenían con él y querían tener eso
para guardarlo no sé para qué.", detalló.
"Me dijeron que lo grabara sí o sí en su despacho para
que se viera que era ahí. Era una deuda que se ve que tenían con él y por lo
que escuché le decían (a Scottini) 'aprovechá y pedile por el pibe'. Pero la
deuda era por otra cosa, no sé por qué le debían. Quisieron armar algo para
perjudicarlo. Yo no tengo nada en contra de él, nunca me hizo nada. Me di
cuenta cuando me peleé con esta gente. Sí, era para hacerle una cama", confesó.
Rojas sostuvo que, tras distanciarse de quienes lo contrataron, entregó el
video, lo que derivó en su difusión y el posterior escándalo.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.