17 de mayo de 2024
En el taller de costura de la cárcel femenina de la localidad bonaerense de Azul privadas de libertad confeccionaron 55 mantas que fueron entregadas al comedor popular "Manos Unidas" de la localidad de Tandil.
El emprendimiento solidario se desarrolló en la Unidad 52
del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y contó con el apoyo del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, conducido por
Juan Martín Mena.
La producción de mantas se realizó con el material donado
por la gente del propio comedor, que juntaron retazos de telas y las entregaron
a las autoridades de la Unidad 52 para que las privadas de libertad las
confeccionen en el taller de costura.
El comedor popular "Manos Unidas" funciona en la
ciudad de Tandil desde hace más de un año y medio, y la encargada e impulsora
de este espacio popular se llama María Belén Otero.
Otero fue quien recibió las mantas y explicó cómo se
vincularon con la cárcel: "Esta relación comenzó hace unos meses, nos
acercamos a hablar con las autoridades del penal para poder realizar un
convenio donde las dos instituciones puedan beneficiarse. De esta forma
nosotros ayudamos a las muchachas que con el material que le acercamos,
aprenden el oficio y ellas nos ayudan a que mucha de la gente necesitada del
pueblo pueda estar abrigada".
Las mantas donadas desde la Unidad 52 serán entregadas a los
niños del comedor y la gente en situación de calle que las necesite. Y se
aclaró que esta es la primera entrega del año, pero que está prevista una segunda
con una cantidad mayor.
Otero se mostró muy agradecida con las autoridades de la
cárcel y con las mujeres privadas de libertad que pusieron la mano de obra
"ayudarnos en un momento tan difícil de país hará que todos podamos estar
mejor, todos somos necesarios".
La directora de la Unidad 52, Amalia Vidal, fue la encargada
de entregar las mantas a María Belén y se mostró muy satisfecha con la
producción realizada por las internas, comprometiéndose a seguir colaborando
con instituciones de la ciudad, logrando un intercambio institucional que
beneficia y engrandece el trabajo realizado en el penal.
El comedor funciona en un SUM, donde todos los miércoles 45
niños comen y los viernes hay una olla popular donde asisten toda la gente en
situación de calle de la ciudad de Tandil. A su vez Belén ofrece las
instalaciones de este lugar para que madres solteras puedan cocinar y de esta
forma vender la producción y darles de comer a sus hijos.
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