26 de septiembre de 2010

Locales

Locales. Palpitar comunal: Un divorcio de común acuerdo

Por Guillermo Liggerini

Cita la bibliografía judicial que algunas veces los cónyuges deciden “ de común acuerdo” concluir con su unión matrimonial; en presentación conjunta, éste es el conocido divorcio de común acuerdo, esta postura se basa en considerar al matrimonio como un contrato y, como cualquier otro contrato las partes, prestando su consentimiento tienen facultad para resolverlo.
Se añade que al divorcio de común acuerdo se califica como de trámite rápido, pues contando con el consentimiento de ambos cónyuges: éstos firman su demanda de divorcio patrocinados por uno o dos abogados, presentan su pedido al juez quien los citará a una primera audiencia privada, para oír a las partes, y se los invitará a reconciliarse. En la mayoría de los casos los cónyuges sostienen su voluntad de divorciarse y manifiestan al juez no querer reconciliarse. Luego, el Tribunal de Familia a cargo, los cita a una segunda audiencia a los mismos fines de la anterior; y si los cónyuges ratifican nuevamente su voluntad de divorciarse, se dictará a continuación la sentencia de divorcio vincular.
Sin tantas vueltas ni vericuetos legales y acuerdos explícitos, podría especularse que la relación Miguel Lunghi-Carlos Fernández pasa por esos menesteres. No existe una situación traumática, ni mucho menos pases de factura, rencores y/o enconos, simplemente las circunstancias políticas los llevan por caminos distintos a pesar de profesar el mismo ideario radical.
Ambos asumen que sus roles colisionan con sus respectivos intereses y no habrá manera de retrotraer el divorcio hasta que el escenario político tenga una mutación tan drástica como poco probable.
No hace falta abrumar con declaraciones, actos, gestos y señales, para denotar la colisión de intereses que naturalmente padecen. Mientras que Lunghi, desde la gestión, no pude más que agradecer al gobernador Daniel Scioli por lo que hasta aquí realizado para con Tandil, Fernández, desde su banca del Senado no escatima en reproches para la administración provincial.
Si bien el senador reafirma a cada paso que sigue formando parte del proyecto radical serrano, está claro que su lógico rol opositor en la provincia lo hacen distanciar del lunghismo que, en esta semana que pasó, se empalagó de elogios para con el ex motonauta, tras la firma de la reglamentación de la ley Paisaje Protegido.
Tampoco a nadie escapa que más allá de haber resultado un notable soldado de la causa lunghista, el senador cuenta con vuelo propio y su peso específico cada vez resulta más contundente una vez asumido en su nuevo rol. Difícilmente alguien le arrebate una próspera carrera en la legislatura provincial o nacional.
Así lo habría dejado en claro días pasados entre algunos íntimos. Llegó para quedarse y para ello incluso coartará cualquier intento, ensayo, de algún radical serrano para postularse por una banca como la de él. Algunos lo interpretan como un gesto egoísta para que nadie le haga sombra. Otros, simplemente aducen a una lógica convivencia de los contubernios que representan los negociados políticos en las respectivas legislaturas. “Tandil ya cobró” su banca, hay que darle espacio a otros distritos.
También es cierto que, hasta aquí, ningún pretendido postulante ha hecho el mínimo esfuerzo (léase recorridas, viajes por la sección, intercambio, etc.) por posicionarse, como sí lo hizo Fernández por años, a pura vocación.
Con la increíble batalla interna ganada, recostado oportunamente hoy en la amena imagen del presidenciable Ricardo Alfonsín, está en un presente optimo que lo desliga, se despega de las apetencias locales.
En ese tren, mantuvo una reunión con correligionarios no lunghistas en la casa de uno de los secretarios y anticipó la intención de formalizar una fundación desde la cual se bajarán recursos, subsidios. Algo que ya otros dirigentes hicieron por estos pagos.
“El desafío estará signado por no pisarse la manguera”, señaló un observador de la escena. Evitar, como ocurrió en los primeros días de los nuevos roles, que alguna declaración contraríe los pasos de uno y otro. Aquellas palabras de Fernández ya senador aconsejando a Frolik qué hacer frente a la ocupación de los sin techo, aún resuenan en los despachos como ánimos de algunos lunghistas.
La convivencia explícita habrá que observarla en algún acto partidario que obligadamente compartirán. Cómo Fernández y Lunghi compatibilizarán sus discursos en la tribuna frente a lo que a priori se presenta como un discurso contradictorio. En octubre, en el club Gimnasia, anticipan, tal vez sea la primera prueba de fuego de este divorcio vincular.

COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Subscribite para recibir todas nuestras novedades

data fiscal  © 2025 | La Voz de Tandil | Av. del Valle 1220 - Tandil