20 de junio de 2011
Una licenciatura en Ingeniería del Software, de 4 años de duración, es la idea que presentó Marcelo Campo (47), secretario de Ciencia y Tecnología de la Facultad de Exactas, al Rectorado de la Unicen, una nueva herramienta académica que busca especializar y canalizar mejor los recursos humanos para el sector. Así lo explicó en una entrevista a LA VOZ.
-Falta mano de obra calificada en el polo de Tandil. ¿A qué lo atribuye?
-(MC) No es un problema local, sino nacional y mundial. Hace algunos años, un relevamiento detectó un déficit de 7.000 capacitados en la Argentina. Calculo que esa cifra se duplicó. Y además, menos del 10 % de los chicos se vuelca a carreras de ciencias duras, y hay una preeminencia de las carreras sociales.
-Pero estando la Facultad aquí, quizás pueda esperarse una tendencia más favorable…
-La Unicen tiene una de las mejores carreras del país, por eso las empresas desembarcaron acá. Pero más allá de la calidad educativa, Tandil es muy cara para vivir, onerosa. Costear un alquiler es un esfuerzo brutal para los padres.
-¿Las exigencias de la propia carrera influye?
-No, la carrera es exigente, pero no mucho más que otras. La diferencia académica la hace la calidad de los docentes. En Tandil está el primer instituto de ingeniería del software, que se firmó el otro día en un convenio con el Conicet.
-¿Qué estrategias debería seguir la Universidad para generar más materia gris que luego se vuelque al sector privado?
-Mostrar oferta de carreras, yo mismo camino las escuelas secundarias para explicar a los chicos las posibilidades que se abren. La Unicen hace todo lo posible, pero la realidad global te supera. Todas las universidades registran una tasa decreciente de inscriptos. La globalización hizo explotar la demanda de software en forma vertiginosa. Personas sin la primaria terminada usan computadoras. La programación para Internet es el área más dinámica, y la industria del software mueve casi tanta plata como el petróleo. Son miles de millones de dólares, a nivel mundial.
-Usted le presentó un proyecto al Rectorado…
-Sí, la creación de una nueva carrera, que podría llamarse Licenciatura en Ingeniería del Software. Ya fue analizada por la Cámara de Empresas. Sería más corta que Ingeniería en Sistemas, de 4 años. Hay dos necesidades: una masiva, los ingenieros de software, y después, otras áreas que se multiplicaron y requieren conocimiento de cómo hacer software más otros conocimientos, como física, química, medicina, cuestiones específicas.
-Apunta a la especialización…
-Llegó el momento de especializarnos, con una carrera más corta, que de una formación sólida en las necesidades de un ingeniero de software. Estratégicamente, en la Universidad deben convivir ambas opciones: formar de cara a los mercados verticales y horizontales. Ingeniería en Sistemas, actualmente, demanda más de 10 años de estudio. Una de las claves que incorporé en mi proyecto de carrera es sumar la noción del negocio, que no tiene actualmente la Ingeniería. Materias que expliquen a los chicos cómo funciona el mercado de capitales.
-La iniciativa prevé un modo de ingreso distinto…
-A los 17 años, cuando el joven sale de la secundaria, sería importante ingresar con una materia intensiva en materia de programación, usando los celulares –las PC desaparecen-. Durante un mes, 6 ú 8 horas por día, el chico se prepara con las bases esenciales para saber cómo será su profesión.
LOS MITOS
-Los chicos, a los dos años de cursada, ya entran a trabajar. ¿Esto implica cierto abandono de la carrera?
-Esto pasó siempre. Con el polo cambio el hecho de que antes se iban a Buenos Aires, y ahora se quedan en Tandil. No obstante, existen mitos: en 5コ año, la mitad de la matrícula trabaja, no es el 100 % como se supone. Es porque algunos alumnos pueden ser solventados por sus papás hasta recibirse en 5 ó 6 años.
-¿También es un mito que se hace plata en forma rápida?
-La única forma de juntar dinero rápido es crear una idea que pegue en el mercado internacional. Bill Gates hay uno, no existen tantos. Los niveles salariales en Argentina son bajos en dólares, si lo comparamos con lo que cobra un programador en EEUU. Sin embargo, estamos por encima de la India.
-Hablamos de un fenómeno complejo…
-Nadie, ni en EEUU, ni en Europa, le encontró la vuelta a la ausencia de personal capacitado. Salvo la medicina, pocas ciencias avanzan como la Informática. En 5 años, tecnológicamente cambia todo. Si no te reciclas, morís.
-¿Se da un crecimiento de los emprendimientos externos al polo?
-Las empresas del polo dicen que no consiguen mano de obra. Pero hay chicos de la facultad que crean sus propios emprendimientos, y en algún caso, consiguen 2 millones de dólares de inversión. Al manejar inglés, consiguen muy buenos contratos. Entonces, hay un polo con 50 empresas registradas, y paralelamente, va creciendo un nicho エhormigaエ por afuera de ese núcleo.
-¿Qué opina de los proyectos oficiales de construcción de un edificio para el polo?
-Me parecen bárbaros, tienen valor. Pero implican una visión エmetalmecánicaエ de la cosa. Y el mercado está evolucionando de otra manera. La salida pasa por los cerebros. El edificio tiene un contenido más simbólico. Sin gente capacitada, no llegás a nada, cuando las exigencias son cada vez mayores.
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