4 de noviembre de 2025
Paso una semana de la renuncia de Javier Brazzola como presidente de la entidad aurinegra. El dirigente que, en cuanta declaración realizó tiempo atrás, prometió honrar las deudas abandonó el cargo, aduciendo problemas de salud. El panorama institucional y económico, como el deportivo, es totalmente incierto.
La crisis que vive Santamarina no parece tener una solución en el corto plazo y son más las dudas que las certezas en la actualidad. Pocos conocen, a ciencia cierta, como está integrada actualmente la CD. No es un dato menor, ya que de ahí arrancan todos los inconvenientes. La gran cantidad de renuncias que tuvo la actual conducción, que arrancó en diciembre de 2023, pone en duda si cuenta con el quorum necesario para llamar a una Asamblea que se sigue haciendo desear.
Sin embargo, en las últimas horas desde la entidad tandilense se pusieron en contacto con la Dirección Provincial de Personas Jurídicas para tener mayores precisiones sobre como encarar lo que se viene y poderlo realizar de manera legal y transparente. Una vez que se tenga una respuesta, probablemente se den mayores detalles del posible llamado a Asamblea para que los dirigentes expliquen la situación y se vean los pasos a seguir.
Por otro lado, no hubo mayores avances en el cumplimiento del pago las deudas que la entidad mantiene con jugadores, empleados, colaboradores, alquileres, transporte, Liga Tandilense y demás. De hecho, la próxima semana, se vencerá la segunda cuota del plan de pago con los futbolistas del Federal y todo parece indicar que continuarán esperando como el mes pasado.
Esta situación no es menor, debido a que tarde o temprano los deportistas comenzaran el proceso de intimación y lentamente Santamarina tendrá inhibiciones que lo complicarán no solo en su oscuro presente sino también en el futuro cercano.
Mientras tanto, Diego Puissant, la persona fuerte del fútbol profesional sin ser dirigente pero bautizado por Brazzola como "Manager Deportivo" cuando no le quedó otra opción que blanquear el rol del ex empleado de AFA, vuelve a aparecer en el medio de la escena. El mismo que fue muy resistido, tanto dentro como fuera del club, en silencio busca aliados y negocia para continuar en 2026 manejando el club.
La idea de Puissant, que es tan responsable como Brazzola de la actualidad institucional y económica del aurinegro, es alinearse con empresarios o algún representante de futbolistas para manejar el Federal de la próxima temporada, con un gerenciamiento encubierto.
Mientras tanto hay una deuda, de la cual nadie se hace cargo, que tiene a muchas familias esperando respuestas y soluciones. Algunos se animan a bajarle el precio a la cuestión, expresando que la deuda documentada es mucho menor a la que se comenta que sería superior a los 120 millones de pesos.
Mientras tanto, Santamarina sin Asamblea, con deudas, posibles inhibiciones y con Diego Puissant al acecho para volver en el 2026, como sino hubiese sido parte de la crisis actual de la entidad.
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