23 de noviembre de 2025
Lucía Stefani, médica pediatra, escritora y madre del médico y actual concejal Matías Tringler, presenta en esta edición de "Tandil Celebra Italia", cuya última jornada se desarrolla este domingo, un Libro que une cartas de guerra y resiliencia, con una historia personal y familiar, que describe la Italia de mediados del siglo pasado.
Stefani, quien reside en la localidad de Beccar, visitó la ciudad para participar del evento "Tandil Celebra Italia" y presentar su reciente libro. Stefani es la madre de Matías Tringler, actual concejal de Tandil, y ex Presidente del Sistema de Salud Pública de Tandil.
El libro plasma la rica historia de vida de
Stefani y sus raíces italianas, haciendo referencia a lo que habían dejado sus
padres y la felicidad que encontraron en Argentina. Stefani nació en Argentina
un mes después de la llegada de sus padres, quienes viajaron en barco desde
Génova, que era un puerto de embarque para los italianos del norte.
La familia provenía de un pueblo llamado
Lauco, una región que históricamente formó parte del imperio austrohúngaro.
Esta zona es señalada como un "pasaje de todo el mundo" y con una
historia riquísima, donde se ubica el pueblo de Aquilea.
Los padres de Lucía se embarcaron para
venir a la Argentina años después de terminada la guerra, cuando lograron
reunir la cantidad de dinero necesaria para viajar. Al llegar, se instalaron
primero en Martínez, pero luego compraron un terreno y construyeron su casa.
Stefani recordó que sus padres replicaron en su hogar aspectos de su vida
italiana, como la forma de hacer la estufa a leña y el modelo del frente de la
casa.
Su primera lengua en casa fue el friulano,
ya que sus padres no sabían hablar castellano. Lucía aprendió el idioma con los
vecinos del barrio para poder jugar con ellos.
La
Historia de Guerra y las Cartas de Amor
El libro de Stefani no solo relata la
inmigración, sino también la historia de sus padres durante la Segunda Guerra
Mundial, en la que participaron a los 19 años.
Su padre fue parte del grupo de los Alpinos
y estuvo peleando en Grecia antes de ser enviado a Rusia. Afortunadamente,
regresó "entero psiquiátricamente". Su madre, a quien le decían
"Norma tiene la rodilla sucia", hizo trabajos insólitos; la mancha en
su rodilla era un tatuaje de carbón, producto de haber sido enviada a trabajar
en una mina de carbón.
Lucía Stefani señala que el libro habla de
la resiliencia de las personas. La inspiración para escribirlo surgió tras el
fallecimiento de su madre, cuando encontró una caja llena de cartas. Estas eran
cartas de amor que su padre le escribía a su madre desde Rusia, mezcladas con
cosas de la vida cotidiana. Las misivas estaban escritas en un papel muy fino,
con un sello militar.
La lectura de estas cartas viejas, rotas y
quebradas, fue lo que motivó la escritura del libro. Y fue su hija quien le dio
el nombre a la obra, mezclando la historia de la guerra, representada por los
"borcegos de guerra", con el nacimiento de Lucía, simbolizado por sus
"escarpines de lana".
Lucía Stefani, quien siempre ha disfrutado
escribir -siendo la escritura y la lectura una actividad habitual en su casa-,
se mostró satisfecha con el proceso, destacando que sus nietos la ayudaron a
escribir e incluso la corrigieron.
La historia de la escritora, entrelaza la
diáspora, el esfuerzo bélico y el amor encontrado en la correspondencia, sirve
como un espejo para comprender cómo la memoria familiar puede transformarse en
un relato de resiliencia ante la adversidad.
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