11 de octubre de 2025

La Lupa Random

La Lupa Random. Un lúdico túnel del tiempo, lleno de juguetes con historia

Hoy La Lupa Random, se mete en el Museo del Juguete, para transitar una línea de tiempo, tan colorida como particular. El paso de los años a través de los juegos, los materiales. Tiempo que también son vivencias e historia. De la mano de Ana Orlando, una docente amante de la cultura, nos zambullimos en esta hermosa obra.

por
Lorena Medina y Florencia Pendas

Como Osias, el osito en el bazar, salimos en busca de ese "tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor" y como pedía María Elena Walsh en una de sus canciones, lo encontramos suelto en un vagón y no enjaulado adentro de un despertador.

Tenemos en nuestra ciudad un lugar en el que el tiempo se detiene, muchos repasamos nuestra infancia, imágenes, cuentos y olores, a través de los juegos.

Ana Orlando, presidenta del Museo del Juguete nos recibió en ese vagón mágico ubicado en el predio de Paz y Del Valle, para recorrer las vitrinas que guardan celosamente la historia de muchas vidas a través de los juegos.

Cuando uno entra en el museo (al menos a mí me paso), se remonta a sus tiempos de la infancia y aunque hay juegos que ya eran antiguos cuando era chica, tengo alguna anécdota de mis padres o abuelos sobre alguno de los juguetes que están exhibidos.

"Este es un vagón de FerroSud que estaba totalmente destrozado por un incendio, pero en ese momento era el único lugar que había disponible para que podamos montar el museo. Aceptamos y empezamos a conseguir donaciones. Por suerte contamos con la colaboración de una joven que estudiaba Museología en La Plata y fue quien hizo todo el orden por épocas. De hecho, su tesis final la hizo con el Museo del Juguete, aplicando todo ese conocimiento", cuenta Ana, una docente amante de la cultura, feliz de recibirnos en el museo en una jornada en la que, además, había una propuesta lúdica de la carrera de inicial.

El año que viene, el museo cumple 20 años. Su comienzo fue a través de "docentes de preescolar que comenzaron a tomar donaciones, funcionaban en el Museo del Automóvil sobre calle Constitución, después en la librería de Rodríguez casi España, hasta que conseguimos este lugar que nos dio un sentido de pertenencia hermoso".

Las vitrinas están divididas por décadas hay juguetes desde el año '30 cuidados con un cariño y paciencia, dignas de personas que aman lo que hacen. Todas han sido donaciones de personas que sin ningún interés decidieron perpetuar recuerdos en esos juguetes y compartirlos con otros. "Estos son los primeros muñecos de celuloide", nos muestra Ana, y continua "luego vinieron los de loza y después, ya llego el plástico". Toda esta transición de la que habla está exhibida. Muñecas con sus vestidos con volados, trajecitos hechos a crochet. Cunitas de bronce, cochecitos. "Los bebotes en la cama matrimonial, tienen su leyenda. Dicen que se ponían allí porque, si había uno de esos muñecos en la cama matrimonial, esa familia iba a ser muy fértil", revela Ana. Inmediatamente recuerdo que mis abuelos tenían una muñeca en la cama, yo creía que era porque eran muy frágiles y mi mamá podría romperla, pero, al parecer, era toda una costumbre con un por qué.

Seguimos caminando, yo escucho en mi cabeza la música de María Elena, y ahí está, en una de las vitrinas un juego de té impecable, celeste y blanco. "Estamos invitados a tomar el té....".

Al avanzar en la línea de tiempo, la sonrisa en nuestra cara se hace más grande, el Topo Gigio, el Pequeño Pony, trencitos, autitos de todos los tamaños y colores, el changuito de bebé, la cocinita. En un rincón la donación de un caballito de la placita de Uriburu y Rodríguez. Y al final...el tocadiscos con el disco de Cantaniños.

"Tenemos dos muestras, la cambiamos cada seis meses. Es un gran trabajo hacer ese reemplazo porque hay que cuidar mucho el guardado, pero lo hacemos con mucho amor, cada pieza cuenta una historia", dice Ana.

El Museo del Juguete está abierto para la comunidad los sábados de 15.30 a 17.30, pero también pueden escribir al Instagram las instituciones que quieran visitarlo, ya que se hacen visitas guiadas.

Acuden muchos turistas y también tiene a disposición juegos actuales y disfraces para que los niños y niñas que lo visiten, puedan tener su momento de jugar.

Este museo que nos permite viajar en el tiempo a través de los juguetes, se mantiene activo gracias al trabajo de la comisión que actualmente preside Ana y también a la colaboración de otras personas e instituciones, como los estudiantes de la escuela Villa Alduncín, que realizaron la rampa metálica por la que se puede acceder al vagón.

Antes de irnos, Ana, gran observadora, nos transmite una de las mejores experiencias que se vivencian en el museo "es hermoso escuchar las charlas de abuelos con nietos, cómo comparten ese momento de juego, los abuelos contando sus costumbres o detallando el uso de cada juguete a sus nietos".

Para quienes tenemos buenos recuerdos de nuestra infancia, los juguetes representan todo lo que imaginábamos y vivíamos alrededor de ellos. Esas charlas imaginarias en nuestra cabeza, el vértigo de viajar en un carrito de rulemanes, la velocidad en el triciclo y los intentos fallidos de hacer jueguitos con la pulpo.

Nos fuimos de allí, pensando en el juego del elástico en el recreo, de los intercambios de papeles de carta y de los roperitos de las muñecas articuladas. Fue hermoso traer a la niña por un rato a través del juego.

Mas información

Instagram @juguetetandil

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