8 de abril de 2025
Luego de cerrar todas sus plantas en Santa Fe, la aceitera Vicentin afirmó en un comunicado interno que su decisión de suspender la actividad en sus fábricas de aceite y harina de soja tuvo un "impacto directo" en su capacidad de pago de los salarios de marzo. En el gremio del sector ya se planea un paro nacional.
La exportadora de aceite y harina de soja local, actualmente en concurso de acreedores tras declarar un 'default' por deudas de entre USD 1.300 y 1.500 millones en 2019, anunció el sábado pasado que cerraba la actividad de sus fábricas ubicadas en Ricardone y Avellaneda ante la imposibilidad de obtener contratos de fazón "para cumplir regularmente con los compromisos de la sociedad, y en espera de poder revertir la situación una vez que la incertidumbre del proceso judicial sea resuelta", indicó en un comunicado, en referencia a la decisión de la Justicia de la provincia de Santa Fe que rechazó un acuerdo entre la empresa y parte de sus acreedores.
Además, la justicia provincial había dictado prisión preventiva por 120 días a cuatro ex directivos de la firma, por considerarlos miembros de una "asociación ilícita".
Al mismo tiempo, en una comunicación interna a la que accedió Reuters, aseguraron que "decisiones judiciales recientes (...) han agravado la incertidumbre entre nuestros clientes, quienes, por este motivo han cesado de alquilar nuestras instalaciones de molienda".
"Esto ha tenido un impacto directo en nuestras operaciones y, lamentablemente, (...) ahora también el pago de los salarios correspondientes al mes de marzo", agregó la compañía. Son 1.500 trabajadores afectados y la empresa, dijeron fuentes cercanas a la firma, no cuenta con los cerca de 4 millones de dólares necesarios para afrontar las obligaciones.
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