Locales. La figura del Padre Raúl Troncoso, ya forma parte del Paseo de las Personalidades

El Obispo Hugo Salaberry estuvo presente en la ceremonia y luego habló con La Voz de Tandil, destacando al Padre como un "hombre de iglesia que encarnaba la verdadera esencia de la institución, la inclusión".

Remarcó que se trataba de un hombre que "recibía a todo el mundo, escuchaba a todo el mundo, estaba siempre muy atento, este escuchaba y hablaba, por supuesto, pero escuchaba sobre todo".

Además, resaltó "su profunda creencia en el sacerdocio y su conexión con la Virgen" y lo describió como un hombre que se manejó "dentro de la verdad y del bien común, realizando cosas verdaderas para la comunidad".

Una característica fundamental del Padre Troncoso era estar "muy conectado con la realidad y este principio de realidad es fundamental para la iglesia".

También hizo referencia a la situación actual, la realidad social y la economía, "es muy difícil para la gente, se percibe en la calle. Es muy difícil, muy difícil porque no coinciden lo que uno escucha con lo que ocurre. Para la Iglesia, el termómetro de que las cosas no andan bien es el aumento de la gente que acude a las puertas nuestras de la iglesia y de los obispados. La sociedad está atravesando una situación difícil, de desunión, desorganización e improvisación, está todo muy difícil", agregó.

El Obispo se lamentó por el cierre de una "fábrica de bolsas industriales en Azul, dejando a 150 personas en la calle, también hay despidos y suspensiones en Cerro Negro, echaron 100 personas y hay 100 suspensiones. Estos golpes se sienten mucho porque las comunidades se mueven por ese flujo económico que surge el trabajo de la gente".

El encuentro comenzó con un momento cargado de simbolismo: las palabras del propio Padre Raúl, extraídas de la última entrevista que brindó hace siete años al periodista y amigo Claudio Andiarena, en las que hablaba de Tandil, de su agradecimiento a la comunidad y de su vocación religiosa.

La conducción estuvo a cargo de Andiarena, quien explicó que el texto de su semblanza lo preparó junto al sacerdote Mauricio Scoltore. En sus palabras, recordó a Troncoso como "un hombre simple, profundamente religioso, cercano a las realidades humanas, con una capacidad sobrenatural para el perdón y una mirada amplia que abarcaba no solo su parroquia, sino toda la ciudad".

Uno de los momentos más conmovedores fue la lectura de una carta enviada por Olga Troncoso, hermana del sacerdote, quien no pudo estar presente y expresó un fuerte agradecimiento al Municipio por el homenaje y a todo Tandil, "porque aquí Raúl encontró su lugar en el mundo".

Para completar la emoción, al descubrirla, las campanas de la Iglesia Matriz -el hogar espiritual de Troncoso- resonaron en todo el centro de la ciudad.

El homenaje cerró con la música de la Murga de los Santitos, una producción creada por el propio Troncoso, que acompañó con alegría y color el recuerdo de quien fuera, para todos, un "padre, amigo y maestro".