16 de septiembre de 2025
El aumento de intentos de suicidio, la falta de recursos y la desigualdad en el acceso a la atención exponen una realidad alarmante. Entre abril de 2023 y abril de 2025, el Sistema Nacional de Vigilancia Sanitaria (SNVS) registró 15.807 intentos de suicidio, un promedio de casi 22 por día. De ellos, 906 terminaron en muerte, es decir, tres adolescentes fallecidos cada día aproximadamente.
por
Por Gustavo Pernicone (CED Tandil)
En el tramo de 15 a 19 años, la tasa es de 91 casos por cada 100.000 habitantes y en 20 a 24 años, 85 por cada 100.000. Las mujeres registran el mayor número de intentos, pero los varones tienen letalidad cinco veces superior.
A nivel clínico, el 46 % de los episodios entre los jóvenes
corresponden a sobredosis con medicación (predominante en mujeres), mientras
que entre los varones prevalecen los métodos más letales como el ahorcamiento
(39 %) y el uso de armas de fuego. El hogar es el principal escenario de estos
intentos (86 %), y el 55 % de los involucrados requiere internación, con un 6 %
llegando a cuidados intensivos.
Un reciente estudio de Fundar-OPS revela que uno de cada siete adolescentes
padece un trastorno mental -como depresión, ansiedad o trastornos alimentarios-
y que el suicidio es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.
Sin embargo, en 2023, solo el 0,4 % del presupuesto en salud
pública se destinó a salud mental adolescente, y apenas el 4,1 % en total para
salud mental, la política mira para otro lado.
El impacto de las redes sociales y el ciberacoso actúan como
detonantes claros: estudios muestran que quienes los padecen duplican su riesgo
de ideación y conductas suicidas. A estas presiones se suman la pobreza, que
afecta a más del 60 % de los niños y adolescentes argentinos, la inseguridad
familiar y la ausencia de escucha adulta.
CED Tandil se suma al
Plan Nacional: "Prevenir el suicidio: del proyecto de ley a las políticas
efectivas"
Las diputadas nacionales Marcela Campagnoli (Coalición
Cívica) y Eugenia Alianiello (Unión por la Patria) presentaron un proyecto de
ley que busca reformar y ampliar el alcance de la Ley Nacional de Prevención
del Suicidio (Ley 27.130), sancionada en 2015. La iniciativa cuenta con la
adhesión de legisladores de todos los bloques y apunta a reforzar el abordaje
institucional de una problemática que, según cifras oficiales, genera un
promedio de 22 eventos diarios en la Argentina.
En los fundamentos, Campagnoli y Alianiello subrayan que la
ley actual fue un paso fundamental, pero requiere una actualización para
adaptarse al contexto postpandémico y a los desafíos emergentes. "Podemos
lograr una verdadera red de contención para prevenir el suicidio, asistir a
quienes lo han intentado y acompañar a sus seres queridos", sostienen.
Durante la jornada realizada en el Auditorio del Anexo de la
Cámara de Diputados el pasado 15 de septiembre, expusieron los especialistas
Javier David Pinto, de la Fundación Enebro; Cintya Castañeda, directora de
Empesares; Sergio Bernardo Iribarren Pugach, ex presidente de la Comisión de
Derecho Sanitario de la Asociación de Abogados de Buenos Aires; Pilar Molina,
coordinadora del Ministerio Público Tutelar del Poder Judicial de CABA; y Lidia
Arrausi, licenciada en Trabajo Social, también integrante del Ministerio
Público Tutelar de CABA.
Entre las modificaciones más relevantes, el proyecto
contempla la creación de un registro detallado y obligatorio de intentos y
suicidios consumados, con información sobre edad, género, causas, modalidad, y
evolución mensual. Este registro será alimentado por sectores públicos y
privados y deberá incluir los casos corroborados por el Poder Judicial, un
punto que hasta el momento no está previsto en la ley vigente.
La propuesta también plantea reformas en el ámbito
educativo, incorporando de forma obligatoria materias vinculadas a la
prevención del suicidio en las carreras universitarias de psicología y afines,
así como en la formación docente. Además, exige campañas masivas de
concientización sobre salud mental, adicciones y abuso sexual, especialmente en
niños, niñas y adolescentes.
Otro punto central es el fortalecimiento de la atención en
situaciones de crisis.
Tandil, la Argentina
y el mundo
La Argentina hoy tiene una media del 10 por ciento arriba de
la media global poniéndonos en uno, sino, en el primer, país del mundo en
suicidios e intentos por cantidad de habitantes. Hace solo un par de años, los
medios locales reflejaban que Tandil era una de las cuatro principales ciudades
en suicidios e intentos en niñez y adolescencia, dejando claro que si Argentina
está en el primer lugar y Tandil es una de, al menos, la cuarta ciudad del
País: ¿En qué situación nos deja? ¿Qué trabajo efectivo se realiza en la ciudad
desde los organismos del estado? ¿Qué se está haciendo en la educación superior
local para contrarrestar esta situación? ¿Qué herramientas les brindan hoy en
día a los estudiantes de carreras docentes? ¿Qué capacitación se brinda en las
organizaciones que trabajan con niñez y adolescencia para activar protocolos,
¿existen en la práctica?
Un debate que debemos brindarnos, un debate que toda la
sociedad necesita. En especial la comunidad LGBTIQ+ considerando que tenemos
hasta ocho veces más de situaciones por depresión por mal trato familiar,
degradación social; casi un 75 % de abandono de escuela secundaria por bullying no
solo de parte de los pares sino de los propios docentes y personal no docente.
Tres veces más intentos de suicidios en hombres gay adolescentes.
Un debate que debemos, por obligación social, darnos.
Gustavo Pernicone
Activista de CED Tandil desde la fundación.
Website https://www.ced-tandil.org
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