Luego de blanquear la millonaria deuda que tiene Santamarina, 167 millones de pesos según lo que se mencionó en la Asamblea del pasado 18 de diciembre, la nueva conducción, que en varios casos ya venía participando cumpliendo distintos roles, empezó a dialogar con los jugadores pero sin llegar a buenas negociaciones.
A los deportistas se les debe un 30% de junio, mas los sueldos completos de julio y agosto y medio septiembre. Eso sin contar los intereses que podrían sumarse ante el incumplimiento de los pagos. Alfonsín fue el encargado de meterse al barro, apoyado por el ahora presidente, para intentar negociar. Lógicamente, en este primer acercamiento, se encontró con la negativa mayoritaria de los jugadores que no salen del asombro de lo ofrecido.
A la gran mayoría se les ofreció arreglar por la mitad de la deuda que Santamarina tiene con cada uno de los actores que fueron claves para la permanencia en la categoría. Días atrás, el propio Puissant junto a Alfonsín, habían estado reunidos en las oficinas de Futbolistas Argentinos Agremiados en donde les comunicaron a los enviados de la entidad tandilense que deberían cancelar la totalidad de la deuda que tienen con los futbolistas.
Sin demasiado tiempo para gestionar, con muchas deudas por abonar, y sin un gran acompañamiento del empresariado, la conducción actual optó por el camino de intentar abonar la mitad de lo que se les debe a los jugadores, a quienes en los últimos meses los dejaron prácticamente abandonados, sin respuestas y sin un salario para poder mantener a sus respectivas familias.
Deberán trabajar y mucho, no solamente en buscar fondos, en materia de empatía y humanidad para lo que se viene sino será muy probable que más gente le termine dando la espalda al máximo referente del fútbol local, por culpa de algunos pocos que no priorizan a la entidad por encima de cualquier afán personal.
UN PREDIO EN ESTADO CASI DE ABANDONO
Desde la finalización del Federal, a mediados de septiembre pasado, Javier Brazzola antes de renunciar fue realizando recortes para ajustar la golpeada situación financiera que asfixiaba. Por este motivo, el Predio Centenario se quedó sin su canchero y persona que se encargaba de mantener el lugar en buenas condiciones.
A partir de allí, nadie se hizo cargo, todo fue a pulmón por un grupo de colaboradores del fútbol amateur y padres que intentaron hacer algunas tareas para que el espacio por donde transitan tantos jóvenes no se venga más abajo.
En los casi dos años de esta gestión que ya tuvo como presidentes a Cappelluti, Brazzola y ahora a Puissant, no se realizaron obras para mejorar la infraestructura del club y, ni siquiera, se plantó un árbol en el Predio. Claramente las preocupaciones e intereses corrían por otro lado.
LIGGERINI EL NUEVO APUNTADO
Mientras se buscan recursos para afrontar la próxima temporada, sin olvidarse de honrar la deuda de Brazzola, la dirigencia piensa en posibles entrenadores para el próximo Federal y que se puedan adaptar a la situación financiera de la entidad.
Por estas horas, comenzó a circular la posibilidad de que Gustavo Liggerini, quien hace pocos días renunció en Ferro de Olavarría, sea el DT del aurinegro. Sin embargo esto también dependerá del salvataje económico que pueda tener la dirigencia por parte de algunos empresarios locales o del propio Raúl Escudero quien hace no mucho tiempo fue el encargado de negociar con Duilio Botella para su llegada tras la salida de Jorge Izquierdo.