19 de mayo de 2025
En el marco de la semana de prevención de la triquinosis, recordamos que esta enfermedad zoonótica continúa siendo un problema de salud pública en Argentina, y que su prevención depende tanto de quienes producen como de quienes consumen alimentos. La información al momento de comprar y consumir embutidos puede marcar una diferencia clave.
Según datos oficiales, durante el año 2024 se notificaron 543 casos de triquinosis en todo el país, de los cuales 260 fueron confirmados, 4 se clasificaron como probables, 263 como sospechosos y 16 fueron descartados. La mayoría de estos casos se relaciona con el consumo de carne de cerdo o derivados que no pasaron por controles sanitarios adecuados.
En la provincia de Buenos Aires, uno de los principales
focos, se registraron 145 casos sospechosos, con 48 confirmados. Los brotes más
recientes ocurrieron en distritos como Leandro N. Alem, General Pueyrredón,
Necochea y Guaminí, todos asociados a productos provenientes de faenas
domiciliarias sin análisis bromatológicos previos.
La lectura de las
etiquetas: una herramienta clave para el consumidor
Una de las recomendaciones más importantes para prevenir
esta enfermedad es verificar siempre el etiquetado de los productos de origen
animal, en especial embutidos y chacinados. Una etiqueta clara y completa
garantiza que el producto fue elaborado en condiciones controladas, con
inspección sanitaria.
¿Qué debe tener una
etiqueta segura?
- Nombre del producto
- Datos del establecimiento (nombre, localidad)
- Fecha de elaboración y vencimiento
- Número de habilitación del establecimiento (SENASA o
autoridad sanitaria local)
- Rótulo visible y legible
Este simple gesto -leer la etiqueta antes de comprar o
consumir- ayuda a evitar el consumo de productos sin trazabilidad sanitaria, reduciendo
riesgos innecesarios.
¿Y si se trata de
productos caseros?
En muchas regiones, es común el consumo de chacinados
provenientes de faena domiciliaria, elaborados por personas conocidas. En estos
casos, es fundamental que la carne haya sido analizada por un laboratorio
habilitado mediante la técnica de digestión artificial, el único método que
permite detectar la presencia del parásito Trichinella.
Si no se tiene la certeza de que la carne fue analizada, es
recomendable no consumir el producto, incluso si proviene de un entorno de
confianza. La triquinosis no se ve, no se huele ni se siente en la carne; solo
los análisis permiten determinar si es segura para el consumo.
Las autoridades recuerdan que cocinar bien la carne ayuda a
eliminar la presencia del parásito (Trichinella), pero no reemplaza el análisis
previo cuando se trata de chacinados o embutidos que no se cocinan
completamente.
La triquinosis se
puede prevenir
Con pequeñas acciones como leer una etiqueta, preguntar por
los controles sanitarios o exigir productos habilitados, los consumidores
pueden proteger su salud y la de su entorno.
La responsabilidad es compartida, y la información es la
mejor herramienta para prevenir.
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