26 de noviembre de 2025
Quienes residen en la cuadra de calle Maritorena, entre Figueroa y Lisandro de la Torre, hace tiempo que vienen expresando sus reclamos por un grupo de personas que desde hace tiempo generan inseguridad en el barrio, aunque sin solución.
En ese contexto, en la madrugada del pasado lunes, en las primeras horas del feriado del 24 de noviembre, los vecinos escucharon una serie de detonaciones que asociaron a disparos de arma de fuego, desde el interior de una vivienda. Lo ocurrido quedó registrado en una de las cámaras de seguridad de la cuadra.
El episodio se suma a una serie de situaciones que quienes
viven en la zona vienen denunciando hace tiempo, especialmente desde hace algo
más de un año, cuando se sucedieron varios robos en viviendas y comercios de
las inmediaciones, que derivaron en los reclamos vecinales, desatendidos hasta
el momento.
"Los vecinos estamos hartos de esto, hasta que no maten a
alguien no van a hacer nada. Necesitamos ayuda", expresó uno de los vecinos que
se contactó con este medio, para exponer lo que vienen padeciendo, con
situaciones que incluyeron feroces peleas entre bandas, con piedrazos incluidos,
según relatan.
"Esto ocurre en una casa, con gente que va rotando, porque
no es siempre la misma. Es gente problemática. Empezaron a haber robos en el
barrio, movimientos raros a la noche, de madrugada, motos que iban y venían
todo el tiempo", relató el vecino, cuya identidad se resguarda.
Quienes viven en la zona ya han radicado denuncias, han
participado de reuniones con autoridades policiales y funcionarios municipales,
aunque hasta el momento, sin solución. "Nosotros llamamos a la policía, la
policía viene, pero no pueden o no los dejan hacer nada", se quejó el vecino.
"El lunes se escucharon tiros y después, revisando las cámaras,
los vecinos se encuentran con esas imágenes. Es un riesgo para la gente por el
peligro de una bala perdida. Estamos cansados, y no pasa nada. Hace mucho de
esto, y no hay solución", insistió en su queja.
También aseguró que la sensación de miedo se ha apoderado de
la cotidianeidad de los residentes del barrio, "porque ya no se puede salir
tranquilo, no se puede dejar la casa sola, o mandar los chicos solos a la
escuela, porque están siempre en la vereda. Hay gente de todas las edades,
generalmente adultos, no hay menores, pero tampoco es siempre la misma gente,
es como que van rotando".
Una vez más, el vecindario se encuentra en alarma por lo
sucedido el lunes pasado, que generó más preocupación, y reitera el pedido
permanente a las autoridades de que intervengan ante la situación que soportan
quienes viven en las inmediaciones de la cuadra.
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